¿Cuántos Caminos de Santiago hay
ya?
Propongo a los historiadores el
itinerario que hizo Almanzor en el 997, para, desde Córdoba, ir a asolar la
ciudad del santo, símbolo de muerte al moro infiel, y, de paso, birlarles las
campanas y llevárselas a la capital del califato sobre lomos cristianos. Podría
llamarse: Camino árabe a Santiago. Sería un punto pero, atención, no de encuentro
porque, cuando Fernando III el Santo conquistó Córdoba, las campanas tornaron a
Santiago a lomos sarracenos. Y eso que, Fernando, era santo.
En este camino, en lugar de la
concha, podría portarse una campana. Chiquitita, claro.