26 de junio de 2016

Eurrota

Mientras España reclama una homogeneización mayor en la política y en la economía europea, nuestras Comunidades Autónomas profundizan cada día más en sus singularidades.
Los británicos, fundadores del capitalismo, se resisten a verse desbordados por su última gran consecuencia: la globalización. Recobran sus fronteras. Como solía, el continente vuelve a quedarse aislado: “Brexit”. Aún creen que “Britannia rules the waves”, como ellos dicen.
La gran presión de Europa contra el disidente griego para que, si fuese necesario, saliese de Europa, contrasta con la gran condescendencia frente al socio británico que, pese a todo, se ha ido.
Algo falla.