30 de noviembre de 2012

Mal educado



El piso de la capilla del colegio estaba embaldosado a modo de arcidriche. Las baldosas negras y blancas ocupaban el suelo del mundo geométricamente como una cuadratura de las abotonadas sotanas de los curas contra el blanco puro de cirios y paredes. Dual simbología por doquier: bien y mal, sin color de inteligencia intermedio. En ello le educaron. Desinteresados en hacerle una persona razonable y propiciando que optara, desde niño, por adherirse fieramente a un extremo, avalados por esa idea tan belicista de que quien no está conmigo está contra mí. ¡Qué simplismo y qué difícil salir de su miseria!

29 de noviembre de 2012

Regalos del otoño



Escrutado cada rincón del valle, mondado cada teso hasta la cima, con las manos dormidas y la cara quemada por el helado zarzagán, dio a los pájaros por desaparecidos.
Volvió hacia el pueblo y a cien metros de éste, resguardadas en el herbazal del Juanarrón, saltaron. Vibró el aire a lo lejos y enseguida viraron todas al unísono montadas en el viento. Y el bando de perdices planeó apretado por encima del pueblo y, como angelillos rojizos, sobrevolaron los tejados ocres y las casas blanqueadas para irse, en brazos del vendaval del Norte, a parajes seguros, regalos del otoño.

28 de noviembre de 2012

Dolores



- Mira chica, la verdad, mi vida con los hombres siempre ha sido un engaño. Y, el caso, es que no escarmiento. No aguanto tanta mentira: que si tengo mucho trabajo en la oficina, que si me he encontrado con un amigo de la mili, que si estaba a punto de llamarte, que  es sólo una compañera de trabajo, que el moratón del cuello me lo hice al darme un golpe… Como si fuera tonta. Pero una no aprende y eso que desde el principio ha sido igual. Recuerdo a mi primer novio: "Relájate, bonita, si no te va a doler."

La línea entre los mundos



Tenía el color glauco de lo que alguna vez fue húmedo, el amarillento del olvido, el pardo tosco del deseo y los colores imprecisos, desvaídos, de las raíces viejas y lo inútil. Mezclados en un mosaico impreciso, sin diluirse unos en otros. Aquellas pupilas de reptil, moteadas tan caprichosamente, refractaban la luz contra el agua de los llantos dando, a quien mirase, el extraño espectáculo de un arco iris de colores opacos. No era el arco del Señor, no inspiraba reconciliación, ni vida, ni admiraba a los niños. Era, aquel arco, una estaca combada de luces frías que espantaba.

27 de noviembre de 2012

En la taberna del Julitón



-        Por la boca del saco no entraban las patatas.
-        ¡No jodas!
-        Nada, tuve que llevarlas a casa una a una, rodándolas. Y con alguna me vi negro para que entrara por la puerta.
-        Ya se sabe: “Hortelano tonto, patata gorda.”
-        Y eso no fue todo. Con los esfuerzos, me dieron ganas de tirar de los pantalones y, al echar mano a una piedra para limpiarme, al palpar, agarré una liebre encamada. Al zurrón fue también.
-        Y, claro, cenarías patatas con liebre.
-        Quia, la tuve que dejar para que amamantara a los cuatro lebratos que parió en el trayecto.
-        Ondiá.

Al genio, un respeto



Es un genio. Contestará sagazmente a vuestras preguntas. Pero, cuidado, formuládselas bien, no cometáis errores. La precisión es su máxima. Es una persona acostumbrada a la exactitud pulcra de su ciencia. No probéis con preguntas que vayan más allá de la evidencia, le es ajeno todo aquello que no pueda probarse. Se revolverá contra vosotros si pretendéis ver más allá de que lo blanco es blanco. No preguntéis con segunda intención, tiene un pensamiento cartesiano, estricto, sin adobos. No molestéis con tonterías al eminente especialista.
-        Y dónde entrevistamos al Premio Nóbel de Física.
-        No, hombre, no. Si es a Mourinho.

Incomunicación



El hombre se preguntó si lo que había descubierto merecía la pena. No tuvo claro, al explicarlo, si, quienes quisieron escucharle, simplemente lo hicieron por cortesía, sin interés alguno; o no le entendieron o; lo que le resultaba más triste, no les interesó asumirlo. Se encontró propietario de un hallazgo vital que a los demás, al parecer, les resultaba intrascendente. Eso le hizo dudar de sí mismo y entrar en ciertos circunloquios que, aparte de dejarle desnudo, frío y solo, le hicieron daño en el alma. El arduo camino de su vida sólo le sirvió para alejarle de los demás.

El dueño de la idea



Indiferente ya a los asuntos laborales que un día le absorbieron, escuchó a su mentor con atención y, también, con desgana. La desgana era para él algo nuevo, pero no pudo evitarla al notar, con fastidio, que aquel hombre, que un día le deslumbró, permanecía anclado en sus primeras ideas. Y no es que aquéllas hubieran quedado desfasadas, era que quien las enunciaba jamás las había llevado a cabo ni profundizado en ellas o, mejor, que jamás las contrastó con la realidad de cada día.
-        Jamás quise enseñaros el camino –dijo muy circunspecto.
-        Claro, porque no sabías cuál era.

24 de noviembre de 2012

El pertinaz persuasor permanente



Me costará seguir apreciándote si no te identificas convencidamente con mi pensamiento y, además, secundas mi propuesta. Hace falta ser un zote para no percatarse del altruismo de mis ideas. He venido a verte expresamente, ofreciéndote este beneficio. Vale que tú hayas invitado a comer como era tu obligación, pero ese monosílabo por respuesta era lo último que esperaba de ti. Me decepcionas. Te he hablado seis horas seguidas de mi proyecto y ahora me dices que no. ¿Por qué me haces esto, desagradecido?
- Porque, después de seis horas de escucharte, es la primera vez que me has preguntado.

23 de noviembre de 2012

Se desarmó el belén



Llega la crisis al portal de Belén. De momento prescindiremos de la mula y el buey. Pero la reestructuración amenaza con dejarnos sin pesebre y, muy probablemente, sin San José, figurón decorativo a todas luces prescindible. Se está estudiando también reducir los Reyes Magos y, no pregunten quién va a caer, está claro que Baltasar lleva todas las papeletas en el ERE. A la estrella le van a quitar la estela por antieconómica y desequilibrante para cualquier presupuesto. Y no se admiten protestas: es lo que hay. Hasta el Papa se suma a los recortes. Son tendencia.

21 de noviembre de 2012

Hiperparásitos



Un buen parásito se siente por encima de los demás. Usa la fórmula más discreta y eficiente de la biología, una especie de delincuencia blanda. Qué rudo y trabajoso es depredar y, sobre todo, qué mal visto está, aparte de que te pones perdido. El parasitismo, sin embargo, es sinónimo de vida sofisticada y descansada. Además, y sobre todo, apenas es notorio y, por tanto, no genera odios, ni virulentas campañas vecinales. El parasitismo, a ciertos niveles, se da por sentado. Es de mal gusto mencionarlo. Y más cuando se trata de un inquilino de parásitos reales, un hiperparásito.

Cultura general




-Hombre, yo, de cultura general no soy.
-Pues no sé el porqué. La cultura general es la más fácil y, además, está al alcance de todos.
-Hombre, pues porque yo no he estudiado.
-Pues precisamente eso es lo bueno que tiene la cultura general, que no tiene que ver con los estudios. Por ejemplo, a ti te dicen: ¿Quién escribió El Señor de los Anillos?, y, si tienes cultura general, pues lo sabes.
-Ya, pero es que yo, en las películas, nunca leo los directores ni el reparto. ¡Menudo coñazo!
-Ah, bueno. Siendo así, si no pones voluntad…

16 de noviembre de 2012

Cintura política (viejo pero malo)



A veces abrir la boca sirve para desacreditarse totalmente. Porque hay cosas que no deben producirse fuera de esas cuatro paredes en las que nos sentimos libres y, a veces, ni ahí.
Don Alejandro, por ejemplo, que es profesor de filosofía, director de instituto y concejal, se tiró un cuesco en la última reunión de vecinos. Pero lo peor fue que, haciendo acopio de sus reflejos de intelectual y de su cintura política, miró a la señora que tenía al lado y, sin inmutarse, espetó a la concurrencia:
- Queridos convecinos, del pedo de esta señora me hago cargo yo.

Inicio de un cuento



“Érase que se era, el bien que viniere para todos sea, y el mal, para quien lo fuere a buscar…” (Cervantes)

No sé si Cervantes tomaría este inicio de cuento de los dichos populares o si lo creó él. Al leerlo, me hago la ilusión de que los humanos no deberíamos esperar otra cosa que no fuera el bien, que el mundo se construyó perfectamente en su origen, que muy bien podía ser el paraíso, aunque lo hayamos olvidado con el tiempo. Pero, sin embargo, los más de nosotros vivimos temerosos, asustados por lo que nos pueda venir sin haber ido a buscarlo. Y me pregunto si con unos pocos que busquen el mal será suficiente para que lo padezcamos todos.

Palabras medicinales



“…que todavía es consuelo en las desgracias hallar quien se duela dellas” (Cervantes)

No era amigo de contar desdichas excepto cuando las narraba a desdichados, porque éstos se gozaban en oírlas considerando que quien tales cosas contaba de otros infortunios entendía bien los de ellos. Y siempre terminaba sus tristes relatos dejando una puerta abierta para que por ella saliera la desgracia. Y, pareciendo más versado en desdichas que en versos, todos le tenían por un hombre bueno y no por un poeta y, de este modo, curaba heridas ajenas y olvidaba las propias. Que la realidad cotidiana, sin infortunios añadidos, era suficiente para quebrantar de continuo el ánimo de aquel empedernido narrador.

14 de noviembre de 2012

Ave solitaria



“Un ave sola ni bien canta, ni llora.” (Libro del Buen Amor)

Cercada, como una vieja ciudad amurallada, la mujer, tiritando, sollozaba. Quizás, tontamente, le había contagiado el aguacero, cayendo a cortinones tras el panel de la ventana, la desgana. Su mirada se perdía en el fondo horizontal de las playas, bajo el solemne cielo encapotado, sobre el sutil tapiz, extendido a sus pies, de una memoria ya demasiado larga.
Con la garganta tan queda en humedad y tan ingratamente susurrantes de líquido los ojos, se sirvió una copa de vino. Mas no cenó, ni habló con nadie, ni quiso descansar en libro alguno, porque aquella tarde quería alimentarse sólo de añoranzas.

El comunista bueno



El anciano albañil la espichaba.
-        Mauricio, vengo a confesarte.
-        Poco tengo que decirle, señor cura.
-        Sé que tuviste una vida violenta.
-        No, tuve una vida de lucha.
-        Pero luchaste por quimeras estériles y locas y mucha gente sufrió las consecuencias.
-        Eso último no lo sé. Pero sí, tuve ideales.
-        ¿Es que vas a negarme que has sido siempre comunista?
-        Eso nunca.
-        Entonces, ¿por qué rechazas el perdón de tus pecados, por qué te niegas a confesar?
-        Porque yo fui comunista. Pero comunista de los buenos.
-        No hay comunistas buenos.
-        Me decepciona usted,  porque ni de los curas pienso yo eso.

El pájaro



No podían insultarle más. Y, lo cierto, es que nunca imaginó que pudieran llamarle tantas cosas. ¿Qué tipo de vida tan inconsciente había llevado? ¿Cómo podía haber llegado a ser, sin darse cuenta, todo eso que le llamaban? Al principio creyó que era un mal sueño, después, que era una broma pesada. Un poco más tarde prendió en su interior un chispazo de culpabilidad que pronto le consumiría enteramente. Como su degradación no encontraba alivio en ningún lado, decidió hacerse pájaro. Tenía que escapar de allí, desvanecerse. Y, cuando el secretario judicial llamó a su puerta, se echó a volar.

10 de noviembre de 2012

La marca España



El director de la empresa informática Hispasofty estaba orgulloso de sus programas. De hecho, los exportaba a más de cien países de todo el mundo. Por eso le sorprendió la petición de aquella empresa suiza: le hacían un pedido con la condición de que no constara la marca ni que era software español.
Tomó una decisión arriesgada, mezcla de dignidad y audacia, y les contestó: les enviaré su pedido, cumpliendo sus condiciones, siempre que ustedes estén dispuestos a pagar el doble de su precio.
Los suizos aceptaron y el empresario comprendió entonces, sorprendido, el prestigio de la marca España.

7 de noviembre de 2012

Límites



Estoy confundido. Lo que leo, es todo cosa dicha. No hay mala fe en los autores, es que escribir es repetirse: variaciones sobre el sentido de la vida. No hay novedades. A veces, extraordinariamente, el modo de expresarlo. Y ya es mucho. Acertar en la diana del pensamiento de otros, que sienten igualmente sin ocurrírseles ponerlo por escrito. Así que, la palabra, pinta nuestros paisajes interiores y sólo tonos, casi imperceptibles, nos diferencian levemente. Y quedan tan pocos matices por crear que, la mayoría, vivimos encarcelados en gamas de colores repetidos.
-        Que te crees tú eso –dijo el poeta loco.

3 de noviembre de 2012

Creencias y sospechas



Distribuyen el doble de la mitad de su conciencia, gramo arriba o abajo, sin reconocer, ni en privado, que la utilizan poco. Altruistas, donan transfusiones de ánima para desanimados. Desprendidos, se prestan a injertos de la propia moral para clonarla en desmoralizados. Regalan amor sin usar, amor supremo, según ellos, para regenerar el amor terrenal, viciado por el uso, de los degenerados. Y dan, sobre todo, de lo que no tienen, porque la remesa de lo que se carece no se acaba. Y viven, majestuosamente respetados, de divulgar, sin admitir nunca vender, lo que fraguan de la nada: otra vida.

2 de noviembre de 2012

La España brava



Conocía a aquella chica menuda y pelirroja desde que ella tenía catorce años. Ahora era la asesora fiscal que llevaba los papeles de mi familia y las declaraciones de la renta.
-        Te salen a pagar siete mil euros. Pero, si quieres, te lo maquillo guapamente.
-        No, gracias. Prefiero pagar lo que sale y no tener el menor roce con Hacienda.
-        Bien se ve que no eres de mi pueblo, que sólo eres un arrimao, aunque te casaras con una de allí.
-        ¿Por qué?
-        Porque uno de mi pueblo nunca habría rechazado mi oferta. A ti, te faltan cojones –dijo burlona.

(A Maru, con quien nunca más reiré.)

Parásitos imprescindibles



Necesidad social + Políticos + Gestión pública = Pérdidas públicas
Necesidad social + Empresarios + Gestión privada = Beneficios privados
Donde los empresarios triunfan, los políticos fracasan.
¿No están preparados los políticos para la gestión pública? Si fuera así, se les podría llamar incompetentes.
Si los políticos subcontratan la gestión pública a los empresarios y éstos obtienen beneficios, nuestros cargos electos, además de incompetentes, demuestran un gran desinterés hacia sus obligaciones, amén de una sospechosa afinidad por los sectores que buscan, en primer término, el enriquecimiento.
Siguiendo esta línea, podría privatizarse el Gobierno.
¿O es que ya lo está?

Privatización sí, pero flexible

Sin tener idea aproximada de los caninos que entran en un cuarto de kilo, la intrépida Amelita quería darse a la promiscuidad. Su madre le advirtió: “Hija, tú no reúnes condiciones”. Pero la muchacha respondía, con mohines de disgusto, que afición le sobraba. 
-        Hija mía, no socialices tu cuerpo, comprende que vas contra corriente. 
-        Pues yo no quiero privatizarlo, ¿quién es un hombre para ser mi dueño? 
-        Hay soluciones discretas. Y, además, la gente está por las privatizaciones, y más, en la cosa femenina. 
-        Pues yo, qué quieres que te diga, me quedo con la autogestión. 
-        ¡Anarquista! 
-        ¡Y tú, pedorra!