Por no tener, con seguridad, más que el día y la noche, se
sintió soberano de ellos y así, de todos, hizo días de reyes y, de todas, noches
de bodas. Y, en lugar de los días contados, decidió tenerlos para contar y que
todos ellos fueran hábiles y ninguno
torpe y que todas sus noches fueran buenas y no viejas, abiertas y no cerradas.
Y, adueñado así de su tiempo, descansó en él sobre el mullido colchón de sus
ideas. Y ningún ladrón pudo quitarle aquel sueño.
15 de marzo de 2019
6 de marzo de 2019
Mariposas
En las mañanas solitarias de paseo vuelan por mi cabeza las
ideas con el trayecto irregular de las mariposas. Vienen y van pero no se dejan
atrapar. Son esquivas como los sueños, y pocas permanecen más allá del instante
de pensarlas. Tener una memoria olvidadiza es una contradicción. Pero, a veces,
si tuviera que elegir entre memoria y olvido no sabría con cuál quedarme.
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