Liberar un pájaro que ha vivido enjaulado es condenarle a muerte. No saben buscar comida fuera del cebador, ni evitar a sus enemigos, ni volar libremente y, así, al poquito tiempo de ser libres, mueren de inanición y espanto. Algunos, de tan asustados, no aguantan ni minutos.
Vivimos tan absorbidos por los trabajos que bastantes jubilados recientes se enfrentan a esa sensación. ¿Qué hacer con la libertad? Los que no resuelven la cuestión suelen durar poco. No aprenden a vivir fuera de los barrotes invisibles. Gozamos robando tiempo aquí y allá, horas o días, pero tememos el poseerlo enteramente.
Vivimos tan absorbidos por los trabajos que bastantes jubilados recientes se enfrentan a esa sensación. ¿Qué hacer con la libertad? Los que no resuelven la cuestión suelen durar poco. No aprenden a vivir fuera de los barrotes invisibles. Gozamos robando tiempo aquí y allá, horas o días, pero tememos el poseerlo enteramente.
5 comentarios:
¡Protesto!
No es a invertir el tiempo en otros asuntos. No es encontrar un ¿en qué?
¡Cosas que hacer hay muchas! Y planes y proyectos.
Es el corazón querido Lan, el corazón que ya siente añoranza por los chicos.
Entonces este artículo nada tiene que ver contigo. ;-)
no sólo ocurre con el trabajo y la jubilación
ese miedo a sentirse libres cubre mucha otras facetas de nuestras vidas.
incluso los esclavos, después de la guerra de secesión, vagaban por los caminos perdidos y sin sentido para sus vidas.
la casa, la pareja, el trabajo, la familia, etc. son jaulas en las que nos sentimos seguros.
mañana me voy a pasar el finde a Carril, en Vilagarcía (te suenan "las almejas de Carríl"?)+
¡hasta el lunes!
De acuerdo, Zeltia. En la vida hay quien experimenta, a su pesar o no, más cosas que otros.
Me encantan las almejas finas. Y de eso sabéis mucho en Galicia pero te advierto que las he comido estupendas en Portugal.
Qué lo pases bien. :-)
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