Acariciando a la perreja chica le he recordado sentado en su sillón. La diabetes le había comido la visión, y el estómago, en otros tiempos su dictador siempre ambicioso, le hacía vomitar frecuentemente y apenas se dejaba ya regar por leche aguada. Su boca no aceptaba siquiera la gastada dentadura. Se la extrajo pero, el gozquecillo que dormitaba en su regazo, se la arrebató juguetón y huyó con ella. Corrí tras él, mientras el viejo, temiendo mi ira, se rebulló entre los pliegues de la muerte sólo para implorarme:
- No le regañes. Que no se vaya. Es mi compañía.
12 comentarios:
podría ser una buena escena de una pelicula de comedia negra,
pero, a mí, me pone triste.
Triste y, a la vez, emotiva historia, Lan, que encierra un gran mensaje basado en el famoso dicho.
"Cuanto más conozco a los hombres"...
Gracias, por escribir cosas como ésta.
Saludos
Con tristeza lo he escrito, Zeltia, y con tristeza lo vi.
De nada, Isidro. Estoy seguro que, de perros, tienes historias entrañables. Hace falta que esas historias tropiecen, un buen día, con el ánimo y las palabras más adecuadas para trasmitirlas. A mí, al menos, me pasa eso.
Saludos.
...Pocas veces se escriben metáforas tan recónditas...y buenas. Incluso algo romántica; sutil como pocas. Desde el primer renglón ya sabes de que mal aqueja.
Con schopenhauer la cosa queda algo más clara, aunque yo sigo prefiriendo al hombre...:D´
a mí, como a Zeltia, también me entristeZe.
lo de perreja es muy tierno.
yo a mi Ron, le llamo "perruchiño", es tan pequeño...
biquiños,
Lo siento, Anónimo, pero ando muy mal en Schopenhauer. Así que te agradezco el comentario pero mi pequeño artículo no tenía tantas prentensiones.
Eso de un poquejo, una limosneja, un bocadillejo, es decir, la terminación de los diminutivos en ese fin pordiosero de "ejo" o "eja" es muy propio de mi tierreja.
Un par de besejos, Aldabra.
No es mala la compañía de un cachorro. Te aman sin condiciones, son leales, juguetones y cariñosos. Tuvo suerte el anciano. Porque de entre las cosas tristes, punteando está la soledad en compañía...
Nada que decir, Insumisa. Tú sabes mucho de eso.
Ay, qué pena me ha dado, qué lástima.
Pero dime, ¿qué es un gozquecillo?
Un gozquecillo o un gozque es un perro pequeño y, a veces, ladrador, como otros pequeños que, pareciéndose a sus amos, no paran de incordiar a los grandes. ;-)
Saludos, Ángeles.
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