Las palabras nos reflejan. Hay
quienes ponen muchos ejemplos de ello. Pero la cosa, en esencia, consiste en no
llamar a nada por su nombre. Desde las realidades individuales hasta las
colectivas se disfrazan con términos inventados. Ninguno nos resignamos a la
simplicidad de lo que somos y, menos aún, se resignan los políticos a no
revestir sus intenciones y, sobre todo, sus tristes fracasos con palabras que los
evidencien. Y todos nos distraemos, perdiendo de antemano nuestro tiempo, en
descifrar unos términos cuyo significado intuimos apenas pronunciados. Esto es
la pasarela de la palabra, donde la idiotez es tendencia.
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6 comentarios:
Pues sí. Las palabras tienen su cosa, porque al igual que se necesita habilidad para expresar con ellas la realidad, también se necesita habilidad -quizá más- para disfrazar con ellas esa misma realidad.
Y si quien está escuchando no es muy hábil para ver lo que hay debajo del disfraz, el que disfraza se sale con la suya.
Jajajaja otra entrada que me arrancó una carcajada (he de andar de buenas)
"La idiotez es tendencia"
JAAAAAAAAAA
Ahí estamos, Ángeles.
Gracias.
Pero, ¿cómo, Insumisa? ¿Es que no te habías dado cuenta?
tiempos difíciles.
biquiños,
De los que espero muchos cambios para bien, Aldabra. Porque creo que son imprescindibles.
Bicos.
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