No podían insultarle más. Y, lo
cierto, es que nunca imaginó que pudieran llamarle tantas cosas. ¿Qué tipo de
vida tan inconsciente había llevado? ¿Cómo podía haber llegado a ser, sin darse
cuenta, todo eso que le llamaban? Al principio creyó que era un mal sueño,
después, que era una broma pesada. Un poco más tarde prendió en su interior un
chispazo de culpabilidad que pronto le consumiría enteramente. Como su
degradación no encontraba alivio en ningún lado, decidió hacerse pájaro. Tenía
que escapar de allí, desvanecerse. Y, cuando el secretario judicial llamó a su
puerta, se echó a volar.
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9 comentarios:
Qué buena la foto.
No se aprecia bien la inscripción.
¿Qué dice arriba?
Deica
Creo que dice algo así como "A Sta do Carmo agradece".
Saludos, Beato.
muchos querrían hacerse pájaro hoy en día.
biquiños,
A lo mejor te gustaría "Metamorfosis en el cielo", de Mathias Malzieu, divertida y poética novela.
Creo que ahora me he dado cuenta de la tragedia que refleja tu texto.
espero que supiesa/pudiese volar...
No estoy tan seguro, Aldabra. No sé si es bueno que hayan de salirte alas a la fuerza.
Bicos.
Gracias por tu recomendación, Ángeles. A ver si lo encuentro.
Sí, debe ser horrible, que la vida te termine llevando adonde jamás quisiste ir y, menos, volando.
Aunque soy aficionado a hacer vuelos sin motor y sin alas, no creo, Zeltia, que me gustase hacer un vuelo así. Pues sólo suele haber una oportunidad de aprendizaje y, a la vista de los hechos, pocos remontan y, casi todos, caen.
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