Creo que hay situaciones que son ollas
a presión de comportamiento impredecible. Mezclas de poder, ambición, intereses
propios y ajenos, dinero, favores, amenazas, despotismo, desprecio, odio,
estructuras públicas corruptas, política, armas, negocios, lumpen, gente
atildada y elegantes salones. El asesinato se rehuye, bien sea por negocio o
venganza, pero su sombra está. Siempre creí que las personas de bien no
entraban en estos círculos viciosos pues, por definición, nacen o, al menos, viven
abonadas a círculos virtuosos, pero creo que la separación entre unos y otros
es muy tenue. Eso pensaba anoche, cuando volví a ver El Padrino.
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4 comentarios:
Viéndolo bien mirado, es tan tenue la separación, que si tan solo cambias "rtu" por "ci" ¡Ya está!
Nunca de los nuncas he visto El Padrino. Y mira que es una de las películas favoritas de mi hija. Pero sigo negada a verlo.
Ya me voy a dormir. Es tarde para mi (23:32). Que soy una gallina para esto de las desveladas.
Es una película que he visto muchas veces. Pero, cuando la veo de nuevo, reparo siempre en detalles que me pasaron desapercibidos y me parece una historia bien narrada, un buena película. Tiene también unas cuantas frases lapidarias que definen adecuadamente el mundo en que vivimos. Pero ver El Padrino siempre deprime un poco y hasta, en mi caso, puede que me agrade por un malsano masoquismo. Así que no te puedo recomendar una película en la que vayas a ver lo que ya sabes.
Apapachos, Insumisa
¿Será que los círculos esos son concéntricos?
Seguramente. Pero por lo menos, si los trazáramos en diagramas, no serían conjuntos disjuntos.
Saludos, Ángeles.
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