El partido opositor le dijo al
partido gobernante:
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Deseo que tu política fracase para que los ciudadanos
me voten a mí.
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¿Y cómo gobernarás tú?
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Igual que tú.
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¿Entonces?
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La idea es que tú caigas, sin yo hacer nada, y que, sin
hacer nada, me pongan en tu lugar.
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Pero, pasado un tiempo, a ti te sucederá lo mismo.
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Claro, y entonces volverás a gobernar tú.
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¿Creerán en ese juego los ciudadanos?
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Sí, siempre que, públicamente, sigamos insultándonos.
Tanto les apasionaremos, que nos levantarán alternativamente siempre que
caigamos.
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Pero, ¿y si surge otro partido?
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Intolerable. Eso sería una subversión antisistema.
4 comentarios:
Ahora aparecen dudas y el miedo los envuelve de tal forma que sus comentarios despectivos, hacia los terceros, lo reflejan perfectamente
Me alegro y no imaginas cuánto...
Pero, ¿cómo, Beato? Me dejas de piedra. Mira que apoyar tú el sindiós que puede avecinarse. No sé si podré superar este golpe.
Saludos.
No PODEMOS?
Claro que podemos. Sólo con la sombra que proyecta un nuevo partido ya están inquietos y, para lo amigos que son del inmovilismo, parece que andan ya cambiando o diciendo, al menos, que van a cambiar alguna cosa.
Lo que ocurre es que nos han engañado tantas veces, que mucha gente, ante sus promesas, sonríe con escepticismo y dicen: "Sí, claro, ahora que podemos."
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