Podados en España aquellos
inoportunos brotecillos de la justicia universal y olvidada la machacona
retahíla esa de los derechos humanos y otras menudencias, se ha ido don Mariano
a la China comunista a hacer negocios. Sumiso ante un régimen tan democrático y
humano, les ha abierto un país de grandes ocasiones, el nuestro, para la
inversión, garantizándoles que no verán la luz esos odiosos y molestos contenciosos
contra los prebostes de la gran potencia. Y luego se oye por ahí que los de
Podemos son bolivarianos. ¿A ver si, a estas alturas, nos va a salir un PP
filocomunista?
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4 comentarios:
JE. vienes con la retranca afilada.
:)
No, mujer, les trato con los calificativos que ellos gustan de aplicar a otros. Es justo, ¿no?
Saludos, Zeltia.
La clave está, Lan, precisamente en esa palabra: inversión.
Inversión de los valores, de las ideologías, de los derechos, del sentido común... Todo invertido: patas arriba.
Será el nuevo orden mundial, Ángeles, del que España es una clara precursora.
Si esto sigue rodando así...
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