Cuando hasta las guerras se hacen
por razones humanitarias, el último reducto que le queda al alto riesgo es el
deporte. Quitarles la violencia a los partidos es querer privar al sexo de
pasión. Si la civilizada democracia quiere imperar también en el deporte, que
se supriman las competiciones e iluminen el orbe los que tengan más socios. A
ver, dónde si no, podrán liderar los machos alfa que aún en el mundo son. Sólo
dominando esa esfera, metáfora del cosmos, podrá saber la Humanidad que aún
existen seres superiores.
-
Perdonen, ¿vienen ustedes a la final de pimpón?
-
Cállate, bordelín.
No hay comentarios:
Publicar un comentario