Si las leyes, como muchos
sostienen, deben estar de acuerdo con las costumbres, habría que cambiar
aquéllas que se refieren a los bienes y al dinero. Y, proclamándose lícito el
robo, en todas sus variantes, legalizar así convenientemente la más generalizada
de las costumbres, penalizando además cualquier actitud contraria a esta
práctica por ir en contra de los usos más comunes entre la gente de bien. Y,
siendo los preceptos acordes con los hábitos, disminuirían los delitos más
frecuentes o incluso se erradicarían. Porque de nada sirve legislar cuando, de
antemano, se hace contra natura. Es ceguera no querer verlo.
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12 comentarios:
No sé cómo no se le ha ocurrido esto a nadie antes. Si se legalizara el robo, el índice de delincuencia disminuiría una barbaridad. Qué gran idea, Lan, tienes que difundirla :D
Oye, y qué taquilla más siniestra, ¿no? ¿Qué se vende ahí, entradas para el cadalso?
¿Pero, robo sin violencia, verdad?
Desde que te fumas maría para ti legalizar cualquier hecho es susceptible de tener el mismo trato.
Como dice Ángeles, muguer culta donde las halla, toda costumbre tiene un principio, qué no valor, y si de iniciarse en algo -por fin- en este territorio tan complejo, sea pues que por este país tan buenas costumbres serían bien vistas. En ellas hay grandes expertos que asentarían las bases del futuro humano.
Los hay de cátedra, bonete y pompón como: Rato, Aznar, González, Rita tan santa(nica), Urdangarín, Infanta de limón(o nada), los Reyes Catódicos de la tele pública, de Telemadrid, y/o una institución sin ánimo de lucro llamada Pp que nos darían los primeros epígrafes para tan nueva Constitución hecha por onvres de buen parecer y creyentes de fino morrete.
Me remito, qué no repito, a tan especial y culta comentarista, qué barbara similitud habida cuenta de que todo principio tiene un valor si está fundamentado en el dineuro
Para taquilla toda tarrina de mantequilla con ingredientes de petróleo.
Errare humanum est, horrorum aussi
Aa.Saludos
No hace falta difundirla, Ángeles, pues, en este caso, las costumbres van muy por delante de las leyes. Y las leyes puede que cambien, pero los usos no.
¡Ah! Y la taquilla es la de una vieja plaza de toros, en Santa Elena, allá por Despeñaperros.
Sí, Chaly, sin violencia. Porque no se considera violencia despojar a los viejos de sus ahorros, ni a los ahorradores de su dinero, ni echar a la gente de sus casas, ni dejar a las personas en la miseria, ni dejar sin trabajo a cualquiera. Todos los grandes robos han de hacerse sin violencia, por supuesto. Pero si le quitas dos panes al panadero y, además, le das dos hostias, entonces cometes un delito abominable porque has usado la violencia. Y eso sí que no. Faltaría más. Que estamos en un país civilizado.
Querido Anónimo, me cuesta seguirte, pero no entenderte. Porque son más jugosas muchas de las palabras que escribes que mis parcos pensamientos.
Un abrazo.
¡Me encanta tu reflexión!. Lo cierto es que vivimos tiempos extraños, poco convulsos para lo que la realidad social demanda... quizás estamos un poco dormidos, quizás asustados, quizás nos hemos vuelto vagos, es posible que incluso todo ello junto. En cualquier caso lo que has escrito da para varias lecturas, para hacernos pensar un poco :)
Besos.
A lo mejor, Eme, sólo es el cinismo que provoca la realidad. Pero tendemos a no tomar responsabilidades y siempre pensamos que han de resolverse en otros lugares o por otras personas lo que deberíamos resolver nosotros.
Gracias y besos.
Más claro, agua. Aunque el argumento es enrevesado, lo cual no le quita un ápice de razón.
Es más, pienso utilizarlo en las pocas veces que aún me animo a entablar "Conversaciones" de ésas en que las posturas sabemos que son inamovibles de antemano.
Y yo que pensaba, Zeltia, que tú solamente tenías conversaciones con gentes de mentes abiertas y almas nobles, vamos con personas de ésas con las que se puede tener lo que los chelis llamaban "un diálogo competente". Destrozas mi vida. :-)
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