El viento de la crisis se lleva
por delante otra hoja más: la independencia de TVE. El fundamento no parece que
sea darle un hachazo más al presupuesto, sino más bien un navajazo a la independencia
informativa. Poco ha durado este espejismo. Volveremos a la mansa tele pastueña
de su amo. No era necesario, pero parece que en tiempos malos conviene mermarlo
todo y, fundamentalmente, la democracia. Eso sí, en aras al derecho a la
información, las radios entrarán en los estadios. Mal que nos traten como a
niños, pero humillante que nos traten como a tontos. Mala deriva, creo.
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4 comentarios:
y lo que nos quedará por ver!
biquiños,
Alegría que no falte, Aldabra.
Pero, claro, es que llevas razón. Qué sabemos lo que tendremos que ver.
Mejor no leer nada sobre el estrecho de Ormuz.
Bicos.
no soy creyente pero hay un dicho que dice:
¡Que dios no nos mande lo que podemos aguantar!
biquiños,
Y parece, Aldabra, que camino llevamos de comprobar tu dicho. Porque, hasta ahora, llevamos muchos años comprobando este otro: "Que Dios nos ponga donde haya, que de coger ya nos encargaremos nosotros".
Bicos.
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