Vivo intrigado por conocer el
final, si lo tiene, de esta historia. Las noticias me sobrepasan ya desde hace
tiempo, las contradicciones de los expertos me despistan, los economistas
profesan unos tipos de fe que me defraudan, las instituciones andan por ahí con
el culo al aire, los políticos me abandonan y me culpan, los periodistas son el
eco fácil y sombrío de todo lo anterior. No sé para qué sirve cuanto me rodea.
Recibí una educación, que ahora
reconozco inaplicable, que me decía como debía funcionar el mundo. Pero hoy
estoy seguro de que, hasta en eso, me engañaron.
1 comentario:
un arma NUNCA es seguridad, todo lo contrario, lástima que alguien pueda verlo así.
el final de esta historia, ¿llegaremos a verlo?, pues igual no.
las heridas inesperadas siempre están esperándonos en cualquier momento, sólo hay que estar preparados para saber que más tarde o más pronto nos alcanzan, por tanto o podemos resistirnos.
biquiños,
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