Las evidencias no son pruebas.
Las imágenes, tomadas sin el consentimiento del delincuente, no son imparciales.
Así pues, grabar cualquier delito, por ejemplo, será un delito en sí. Es
intolerable que los criminales se vean sojuzgados por intromisiones tan
descaradas en su presunción de inocencia. Una imagen puede engañar más que mil
palabras. Afortunadamente, los avances del derecho han desenmascarado muy
pronto estas abominables prácticas y el gobierno, alertado por los juristas, ha
promulgado esta sanción pionera en el mundo: “Prohibido grabar delitos, todo
delincuente tiene derecho a no ser puesto en evidencia, la ley perseguirá a
quien lo haga.”
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4 comentarios:
¿Se refiere a los que portan porra de leyenda o mamporreros, van de negro a zu lado y delinquen bajo el peso de la ley, a troche y moche?
Si es así, apaga y vámonos
No, hombre, se refiere a todos los que puedan delinquir. La ley, como bien dijo nuestro buen rey, ya jubilado, es igual para todos.
Saludos, Beato.
Claro, yo especificaba uno de los muchos tipos...¿Rey? Qué rey, será ex. A los mamporreros de
casco y escudo. Funcionarios como otros cualquiera; hijos de vecino igual que muchos otros; ciudadanos de a pie igualmente...
[Por otro lado nunca tuve en consideración a nadie así, como propio o nuestro. Y no es reveldía. Es sentido individual]
Hablando de eso, es como si dicen que yo soy parroquiano. Oiga, pues no. Empezando porque no acepto el término dentro de lo civil, lo cual es un riesgo al emplearlo por Galicia que con ello le dan la razón a la Iglesia que siempre desea ser el perejil de todas las salsas.
Pero está claro que la justicia es más bien tuerta, torticera y se tapa los ojos dependiendo de para quién. Deberían haber empezado por ése que dices.
Saludos Lan
Tus palabras, Beato, desbordan como un torrente mis pequeños comentarios.
Gracias.
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