Le salen manchas ralas de canas
al invierno. Los pájaros presienten las nevadas, auguradas por las primeras
celliscas que blanquearon las umbrías. Y vuelan las aves temerosas, en bandos, buscando
amparo en la seguridad que da la compañía. La conchesta de los primeros
ventisqueros ya les ha prevenido. Si la nieve ensabana la tierra por entero, si
el hielo la endurece y carga el viento, si los tres elementos se conchaban, aún
menos sustento que defensa podrá ofrecer el campo. Que el temporal sea eso,
pasajero. Si perdura, los pájaros intuyen que un vicario de la muerte se aproxima.
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