15 de junio de 2014

Marca España

Cuando se levantó y apenas notó los efectos de la resaca, se encontró con fuerzas para el cambio.  Decidió no aplacar sus nervios con la violencia habitual. Cancelaría la partida. Apagó la pantalla del ordenador donde los malvados nazis y sus engendros del “Return to castle Wolfenstein” le esperaban.
Conectó la tele justo tras el penalti: ¡Marcaaaaaaa Españaaaaaaa!
Luego vinieron los cinco goles de los otrora nuestros Países Bajos. Su ilusión por el cambio se frustró y volvió al refugio de Wolfenstein.
Si caíamos ante Chile, caeríamos ante un país hermano y no ante un promotor de la Leyenda Negra.