14 de febrero de 2010

Sobre Haití y otros lugares

Esta tragedia mansa y lejana, que es la vida, nos vuelve supersticiosos con los años. Es mansa porque se aproxima sin anunciar peligro y lejana también porque se observa en otros, porque acude tan lentamente que nunca la percibes lo suficientemente cerca. Y, aunque la tengas en el puño, aún supones que te harás con ella, que te acostumbrarás como a todo. Y, por el miedo, la superstición nos encauza al supuesto refugio de dios. Sin embargo, cuanto veo, pese a incrementar mi soledad, rechaza más la idea del ente al que se supone autor de toda esta chapuza.

9 de febrero de 2010

Ocurre

Quizás los demás sean los demás porque nunca suelen hacer lo que uno espera de ellos. Por el contrario, conseguimos ser nosotros mismos a medida que logramos hacer lo que deseamos, pese a lo que se espere o suponga de nosotros. De este modo, casi continuamente, unos y otros defraudamos sistemáticamente a quienes nos rodean.
Vivir así no es agradable, pero vivir de otro modo puede que no merezca siquiera el nombre de vida. Por eso, además, encontrar alguien que te quiera, en mitad de este maremágnum y bajo tales premisas, es un milagro. Y, sin embargo, ocurre a veces.

7 de febrero de 2010

El don de la exclusividad

El don de la exclusividad pertenece a los enamorados. Éste rechaza de por sí cualquier intrusión, e incluso puede percibirla como ofensa. Las personas posesivas pueden creerse permanentemente enamoradas. Pero el sentido de la posesión es otro. Para empezar, ya no es dual ni es inherente a nada, si acaso a la materia o a los cuerpos, que materia son. Sin embargo, la exclusividad va incluida en el enamoramiento, en su paquete de accesorios, y no es voluntaria ni prescindible. Quien lo sabe comprende que, cuando se ha perdido, lo que hay es ya otra cosa.

6 de febrero de 2010

El ave asustadiza

Recostado en el sofá se dejaba acariciar por la luz suave del sol que filtraban las cortinas. Miraba las cúpulas oscuras y quietas de los árboles recortarse ante el cielo calmo, de azul mudo. Le invadía la contemplación y la indolencia. El instante le pareció potencialmente eterno. Estuvo a punto de dormirse en él.
El ave asustadiza de la serenidad levantó el vuelo. El brutal ruido del tráfico, oleaje artificial e incesante, momentánea y extrañamente ignorado, le penetró súbitamente. Y todo se desmoronó como en una pesadilla. Pero el horrible fondo le reveló despacio quien tenía la culpa de todo.

2 de febrero de 2010

Hijos de puta

El cuerpo me ha pedido siempre definir a algunos políticos con el título de este artículo. Pero, mi natural mesura y la cortesía en que me educaron, siempre lo ha impedido. Sin embargo, escuchando a doña Esperanza Fuencisla Aguirre y Gil de Biedma, Presidenta de la Comunidad de Madrid, licenciada en Derecho, Condesa consorte de Murillo, Dama del Imperio Británico, ex Ministra de Educación y Ciencia, ex Presidenta del Senado y más cositas, llamar con tal apelativo a un político correligionario suyo, he comprendido, sin necesidad de más explicaciones, que, lejos de la exageración, no andaba yo muy desencaminado.

1 de febrero de 2010

Capitalismo militante: luchando por la mierda

Al grito de: ¿Quién quiere un cementerio nuclear? Se han lanzado varios municipios a la carrera, ¡tonto el último!, para ver quién se lleva la caca atómica a la huerta del abuelo, que dan una pastizara y trabajo también. ¿Riesgos?, ¿qué riesgos? El riesgo es ser pobre. La basura de altura tiene una seguridad, oiga, y hasta una categoría, ¡qué cojones!
Pero, ¿pueden los municipios decidir tales cosas? ¿No han de poder?, y los particulares, si tienen una buena finca, ¿por qué no?, que aquí existe la propiedad privada y hay, o sea, una libertad, que aquí no somos comunistas.