El perro que decidió no someterse
hubo de echarse al monte. Pero no se sabe de ninguno de su especie que
renunciara y fuera domesticado. El indomable zorro tiene como enemigo al hombre,
empedernido doblegador de voluntades, y por feroces perseguidores a otro perros
domados, quizás por eso de que la peor cuña es la de la misma madera. Viendo
morir a esos perros antes que ceder, me pregunto si entre el género humano
existirán disidentes que prefieran muerte a doma, o si todos hemos renunciado a
la libertad ante esa frase tan estúpida de ahora: “Es lo que hay”.
19 de noviembre de 2013
13 de noviembre de 2013
Sedación
Por pensar tan fuertemente en ti,
te desperté.
Desde ahora acostumbraré a mi
cabeza a caminar con la levedad de un gato de algodón, silenciaré el bullir del
pensamiento con alas de murciélago, envolveré la matraca de mis ideas en pelo
de caramelo y seda de melocotón. Rodearé con una tela gruesa y bien atada la
espiga de la campana de espuma de mis miedos. Pondré sordina de merengue a mi
memoria. Acolcharé con doble alfombra de plumón el roce de las pisadas de mi
aliento. Y adquiriré en la mirada el poder de sedarte con el sueño.
Hurgando en la basura
Una curiosidad de nuestro mundo, repleto
de información vertiginosa, es la comunicación basada en las mentiras. Algunos,
de buena fe, las creen antes de olvidarlas, otros no tienen tiempo de
pensarlas, no faltan quienes consideran que les viene a cuenta no dudarlas y,
también, hay algunos que diariamente se entretienen en resolver, como si fuera
un crucigrama, la dosis diaria de patrañas interesadas, descaradas,
insolentes, ingeniosas o sofisticadas. Y en este mar nadamos con el pensamiento
si es que, de antemano, no decidimos darnos por ahogados. El fundamento de la
comunicación es la interpretación de las mentiras. Hurgar en ellas.
9 de noviembre de 2013
Abandonados
Me siento ajeno a las noticias
políticas y económicas. El abuso intimidatorio me parece instalado en todas
ellas. Política y economía han dejado de ser parte de la vida normal, han
devenido en dogmas incuestionables que no admiten disidencias, que no precisan
de democracia alguna para seguir adelante. Al ciudadano se le necesita para
guardar las formas: votar. Luego será sujeto paciente del tinglado oscuro de
decisiones de ignorada procedencia y propósito. El lenguaje se ha degenerado de
modo perverso. Cualquier palabra puede ser sustituida por otra similar que
signifique lo contrario y todo me suscita la ausencia de verdad.
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