29 de octubre de 2008

Por la boca muere el pez


La señora verdad era pudorosa y aborrecía, contra lo que dicen, andar por ahí desnudita cruda. Evitó el pudor, amando a un ciego. Y vivió feliz mientras éste callaba. Pero el ciego, en cuanto hablaba, era para faltarle. Así que, aunque invidente, salió maltratador el muy cabrón. Cavilando decidió marcharse con un mudo porque éste jamás podría ofenderla. Olvidó el lenguaje de los signos y de la mirada y mediante ellos el sordomudo también le faltaba a la pobre. Y pensó la señora verdad que quizás no fuese bien querida por nadie, exceptuando a los muertos que, al menos, callarían.

24 de octubre de 2008

Lo que somos


Haciendo un viaje a pie de más de mil kilómetros me detuve, impresionado y asustado, ante las cancelas de una ganadería de bravo cuyos terrenos tenía que cruzar. La presencia de aquellas reses me sobrecogía, mis pulsaciones aumentaban, mis pupilas se dilataban, mi piel se contraía, me quedaba lívido… Un mayoral, al pasar, me vio inmóvil y comprendió lo que me ocurría. Me dijo: “Pase sin miedo, camine normalmente, sin hacer movimientos bruscos. Este ganado, aunque lo sea, no sabe que es bravo.” Hoy lo recuerdo y me pregunto: ¿Habrá personas que pasemos por la vida sin conocer lo que somos?

22 de octubre de 2008

Seducción

Me gustaría encontrar una película erótica donde la seducción se basara en la inteligencia, astucia y picardía de los diálogos. Donde poco a poco las personas seductoras vencieran las resistencias de las seducidas sabiendo buscar y aprovechar determinadas situaciones favorables, determinadas debilidades, donde se ejerciera el arte del convencimiento, la astucia venciera voluntades, la inteligencia derribara las barreras de las negativas, de los miedos, de los intereses, de los complejos… Quisiera ver una película erótica donde se hiciera un verdadero ejercicio de inteligencia tentadora. Luego, ya no me importaría que fuera porno. Y es que lo otro cansa mucho.

21 de octubre de 2008

Primer adiós


Me iba al colegio. Despídete, dijo mi madre. Acodado en la mesa con la cabeza entre las manos respiraba trabajosamente. Estaba morado y sumamente fatigado. Al besarle me dijo: Adiós hijo.
Cuando volví estaba en un ataúd en el centro de la habitación. Los muebles se habían retirado, sólo había sillas pegadas a las paredes. Era el velatorio. Incrédulo, le besé llorando y sintiéndole caliente le dije a mi madre que estaba vivo. Ella dijo que se enfriaría. Yerto y helado, ya olía al día siguiente. A los doce, por primera vez en mi vida, acepté lo irreversible: Adiós abuelo.

20 de octubre de 2008

Mirando al mar


-Nadar es fácil, ¿lo veis?, y eso que aquí no hacemos pie.
Ellos al oírme desconfiaron de sí mismos e intentaron hacerlo. Ambos se hundieron. Al salir, angustiados, se me abrazaron como pulpos. Me entró la risa y nos hundimos abrazados los tres. Logré subir con ellos inmovilizándome. La risa se me congeló, nos ahogábamos todos.
-¡Soltadme, qué nos ahogamos!
Pepi se soltó y, con Antonio, me fui de nuevo al fondo. Al salir a la superficie le dejé KO de un puñetazo y le pude sacar. Luego saqué a Pepi. No he vuelto a meterme en el mar.

19 de octubre de 2008

Vicente


Cuando, de pequeño, jugaba al fútbol pensaba que, en los encontronazos, las faltas debían ser a favor del que más daño se hacía o, en todo caso, del más pequeño o del más débil. Enseguida el chico grande, que le estampó contra el suelo, le desengañó y, peor aún, la banda variopinta de chavales que perseguían el balón convino al instante, sin detenerse, que el culpable del percance fue él. Así que Vicentito, desengañado desde niño, comprendió que la justicia era, casi siempre, contra natura y que el dolor raramente tenía compensación.

17 de octubre de 2008

Primeros años


- ¡Ah, claro, recién casados! ¡Los años mejores! Ahora me explico todo. Como los primeros dos años no hay ninguno…
- No diga estupideces. En los primeros años ella estaba con ella y él no se dejó a sí mismo.
- Pero no me negará que el sexo era magnífico.
- Pues también se lo niego porque todavía no estaba el otro pendiente de la una ni a la inversa, sino todo lo contrario, por la costumbre de tantos años de libertad y soledad. Y necesitaron esos dos años, para usted fabulosos, para comprender que se amaban y que tenían que renunciar a cada quien.

15 de octubre de 2008

Privado


Los que no sean de la guerra a callar, que no hacen más que estorbar y no dejan matar con tranquilidad. La guerra tiene cosas buenas y cosas malas, ya se sabe. Como las bromas del pueblo. Al Jacinto le matamos en fiestas, pero qué bien lo pasamos. Su padre dijo: Me habéis dejao sin hijo, pero me he reído… Y es que el que no aguante bromas que se vaya del pueblo, coño.
En las salvajadas taurinas se dice lo mismo: Quien no sea de aquí que no opine. Gila no inventó sus personajes, andan por ahí respirando.

13 de octubre de 2008

Cuéntame un cuento...


Crédito subprime, modalidad de la Banca USA, es aquel concedido a particulares o empresas sin solvencia, con un riesgo alto para su devolución, que a cambio pagan unos intereses más altos y tienen más gastos. Estos créditos pueden negociarse entre bancos asegurándose los que venden el cobro de unos intereses menores a los pactados y los comprantes los beneficios que representan el resto de intereses. ¿A qué empresas se concedieron dichos créditos y por qué cantidades? ¿Pretenden que creamos que fueron hipotecas a particulares? ¿Cómo la banca mundial no basta para resolver el problema? Bonito cuento.

12 de octubre de 2008

Perros callejeros


Aquí y alla, las calles llenas de violencia...

Hay injusticias seculares por doquier. Se conocen y se consienten. No se evitan premeditadamente. Podría hacerse, no sería difícil. Empezaría el asunto por dar cultura a todos. Después por dar cobijo, luego por dar trabajo y derechos. Pero nuestro sistema no lo ve así. Cada perro ha de lamerse su pijo. El que más chifle capador. Y así, la solidaridad no resuelta con impuestos, la pagamos de otro modo en la calle. Cada necesitado se la cobra siguiendo las mismas consignas del sistema que no se la da. Capitalismo civilizado, ¿no? El mundo libre.

11 de octubre de 2008

La máscara


Érase una vez en que el dragón del mundo se quedó sin enemigos. Y todos decidimos montarnos en su lomo, adorarlo, hacernos especuladores. El trabajo quedaba para otros. Sólo los idiotas guardaban su dinero pero, además, los idiotas eran tan sumamente idiotas que pensaban que los bancos en donde lo guardaron se lo guardaban. Pero éstos también jugaron con el dinero confiado y ajeno y lo pusieron en el lomo de la bestia. Tontos y listos, hermanados ahora, tememos enterarnos súbitamente que no tenemos nada, que el dragón lo devoró todo. No hay responsabilidades. No hay culpables. Todo está enmascarado.

7 de octubre de 2008

Espejismo


De niño pegaba la nariz a los escaparates de las confiterías. De adolescente pasaba horas observando coches de lujo y, sobre todo, las ostentosas motos. Cuando joven suspiró por aquellas mujeres espléndidas y esquivas de mirada retadora y líneas contundentes que le tatuaban la pituitaria con perfume. Tampoco en la madurez consiguió el dinero y, menos aún, el poder que tanto ansió. Ahora, ya viejo, mirando aquel pasquín, en que la agencia de viajes vendía el paraíso por semanas, no se sintió tentado, ni siquiera envidioso, y se dijo a sí mismo por qué no renunciar a la imaginación también.

6 de octubre de 2008

Causal o casual


Mi sedentarismo es vocacional. Recuerdo de pequeño, camino del colegio, quedarme estático en unas eras altas de mi ciudad mirando hacia Madrid. Veía entre la bruma tenue del amanecer las poquísimas luces, aún encendidas, de lo que llaman hoy el corredor del río. Nada destacaba y, sumergido en aquel silencio, me parecía que el mundo era así y que nada lo alteraría. Sólo la luz azul y giratoria de la base americana distorsionaba aquellos amaneceres. Deseé entonces vivir siempre allí, no dejar nunca mi ciudad y, curiosamente, el modesto piso en que hoy vivo está edificado sobre aquellas eras.

5 de octubre de 2008

El buen abono


Se jubiló. Al otro lado del mundo su vieja ciudad, cubierta de basura, yacía, sobre todo, bajo la corrupción. En qué duras tareas había que enfangarse para disfrutar de la vida grande, de la verdadera, de la que ofrecían estos parajes exclusivos, paradisiacos, sólo para privilegiados. Los negocios eran así y no iba a ser él, precisamente, quien lo cambiara. El dinero, en general, huele a mierda, a sudor ajeno, también a sangre, y el suyo, el suyo en particular, al detritus hogareño de Nápoles. El senatore Giordano, jubilado, residía en aquel limpio paraíso gracias a la suciedad. Gran abono.

4 de octubre de 2008

A la nena sin pulmones


Hoy vine a verte sólo a ti. A contemplarte mientras duermes. A fijar en mi mente tus facciones. A no poder ser yo, mientras sueñas perdida. A acariciar la melena negra sin rozar un instante tu cabeza y sentir que me sientas. Hoy he venido a verte y a mirarte porque tu piel anuncia la partida. Porque ya voy notando la fatiga que enciende tus mejillas con fulgores de amarga, apasionada, cálida y débil despedida. Respiraste la brisa salada y acuosa de ambos mares y la secaste con vientos del desierto. Y tus pulmones se fueron consumiendo, vida mía.

3 de octubre de 2008

Patriarcas


Llevaban siempre la cabeza cubierta. En la diestra garrota decorada. Chaqueta siempre, pelo corto y corbata. Zapatos negros de cuero bien lustrado. Camisa blanca. Capa plegada al brazo izquierdo si el calor apretaba. Hijos y parientes alrededor, como comparsa, con ropas a la moda, siempre ajena, cosa sin importancia. Todos advenedizos. Ellos eran los únicos que estaban en su sitio, los demás casi sobraban. Eran los patriarcas.

Sorpresa


Del gallo me quedo el canto
Y del burro el instrumento
Pa metértelo hasta dentro
En el día de tu santo (Popular)


Cuando uno es un ser duro, o que se finge duro y lo hace bien creíble, y los odiantes no le consideran fácilmente vulnerable, le buscan las vueltas si es que son enemigos con profesión y dignos de ser considerados. Y entonces, a veces, encuentran el resquicio por donde meter la palanqueta. Puede ser tu madre, tu padre, tu mujer, tus hijos, tus amigos… o algún otro ser desvalido a quien tú, sin su conocimiento, le tienes prometida protección. Y entonces, si persisten en su empeño, pueden sorprenderte en su audacia o verse sorprendidos en tu poco esperada reacción. Sorpresa.

2 de octubre de 2008

Despreocupado


A todos los niños nos impresionó, de uno u otro modo, la idea de la eternidad. Era una idea que nos venía de fuera, de otros que la habían inventado y la usaban con fines poco claros. Sin embargo, tengo que reconocer que en la parte de eternidad anterior a mi nacimiento no sentí nada y, estoy convencido, que en la parte de eternidad posterior a mi muerte me ocurrirá lo mismo. De lo contrario... será una agradable sorpresa ya que, si algo es en Dios cosa sobresaliente, es la bondad. Todo dios lo dice.

1 de octubre de 2008

Ir y volver


Sus recuerdos primeros eran de un lugar impreciso y oscuro donde estuvo con otros un tiempo indefinido. No recordaba exactamente cuántos había ni cómo eran, pero allí estaban, eran figuras anónimas sin rostro ni rasgos. Alguien, también desconocido, les iba llamando sin pronunciar nombres y uno tras otro salían sin ruido. Cuando sólo quedaron dos, llamaron al otro, y él, totalmente solo, conoció el miedo durante el tiempo, también indefinido, que lo estuvo. Le llamaron y nació. Con el paso del tiempo llegó a pensar que, a lo mejor, morir también era así de fácil. No tenía un mal recuerdo.