30 de septiembre de 2010

Caballero huelguista y hombre de bien

Como muchos, he ejercido diariamente mi derecho al trabajo durante décadas y eso no crea problemas, excepto de salud. El derecho de huelga no puedo ejercerlo así pues, al parecer, es colectivo en primera instancia, y se ejerce luego, a voluntad, un día o dos cada década. Suele venir la huelga, si es general, por el desprecio a los derechos de la mayoría por parte del poder. Sin embargo, se ha llegado a la bonita paradoja de que los huelguistas deben respetar los derechos individuales de todos. Como si los gobiernos jugaran limpiamente y esperaran del huelguista idéntico fair play.

29 de septiembre de 2010

Un arma arrojadiza en la sacrosanta cámara de la palabra valenciana

Cuanto más leo, veo y escucho los medios, los de información digo, más me admira el caleidoscopio de noticias variopintas e irrelevantes, en su fondo y en su forma, que éstos nos proporcionan. Casi todas tan efímeras como el agua jabonosa que escapa diariamente por nuestras tarjeas. Imagino que, las breves, amenas, chocantes y poliédricas noticias que nos llegan, terminan por entontecernos más aún que aquella censura de antaño, avivadora del ingenio, aunque los medios se empeñen en darnos, a cambio, una gozosa pero improbable ilusión de libertad. ¡Cómo se han sofisticado los informadores!, y no lo digo por alabarles.

Tecnología y medicina humana

El equipo médico recibió al viejo. Les describió, visiblemente asustado, todas las alarmantes anomalías que sentía en su cuerpo tras aquella operación de alto riesgo.
El jefe del equipo, tras escucharle paciente y atentamente, dijo:
- Es la pila. Tiene usted que tener paciencia. No nos queda sino esperar.
Cuando el viejo salió de la consulta resignado y convencido por la sucinta explicación del cardiólogo, el cirujano adjunto se dirigió al jefe:
- No sabía que le hubiésemos implantado una micropila cardiaca reguladora.
- No lo hemos hecho.
- ¿Entonces, qué pila?
- La pila de años que tiene.

23 de septiembre de 2010

Al Machistre Labordeta

Paralelamente a aquella influencia extranjera surgieron los cantautores en los 60. Eran como esperpentos impresionantes y aislados salidos de aquellas tierras abandonadas que iban para el olvido, tan perdidas como añoradas. Se hicieron representantes de los olvidados que envejecían sin remedio ni relevo en los pueblos esquilmados por la vorágine del desarrollo. Fueron voceros de vencidos que poco a poco querían recuperar la voz siquiera. Así surgieron aquellos cantautores inesperados y anárquicos como profetas, de letras duras, de letras tiernas, de letras entrañables, que a unos hacían pensar, a otros recordar, a otros sufrir, y a muchos anhelar la libertad.

¿Huelga general?

El gobierno y los sindicatos en equipo, en plan colegitas, han terminado gozosamente de diseñar la huelga general ¡Qué dulce e irreal complicidad sin sentido! Entre tanto, los políticos, insensibles a todo lo ajeno, además de pelearse con sus respectivas oposiciones, luchan por el poder entre ellos. Los ciudadanos hemos olvidado ya quienes provocaron esta crisis. Los medios de comunicación se han encargado, con efectividad, de pasarnos la pelota a todos y reina entre nosotros un sentido absurdo de culpabilidad y de resignación ante lo irremediable. Estamos como corderitos dispuestos al degüello, y, los corderitos, nunca hicieron una huelga general.

15 de septiembre de 2010

Con matices

Hoy, hace 75 años, se promulgaron las Leyes de Núremberg que diferenciaban entre alemanes puros y judíos con unas tablitas como aquéllas en las que estudiábamos de pequeños las Leyes de Mendel sólo que, en vez de con guisantes o ratones, con personas. Claro, eran los nazis.
Hoy ese presidente francés, con nombre de tumor maligno, se las arregla para deshacerse de las campas miserables de gitanos rumanos. Me pregunto si la historia, con matices, no se repetirá y, tantos años después, el ambiente de esta opulenta Europa no empieza a apestar nuevamente a racismo y xenofobia. En España, también.

9 de septiembre de 2010

Pepito, el dinosaurio exquisito

Ha aparecido un dinosaurio con joroba en Cuenca. Muerto, naturalmente. Y parece que lleva en tal estado unos ciento veinticinco millones de años sobre poco más o menos. Cavilan, los científicos, sobre las razones de su excelente estado de conservación, que han llegado a calificar de “exquisita”, palabra que no había oído yo aplicar a estos hallazgos. Se trata de un Concavenator Corcovatus al que, para abreviar, han decidido llamar Pepito. No les quito yo a los científicos ningún misterio pero, para mí, que no hay que buscarle tres pies al gato: es el primer dinosaurio incorrupto de la historia.

7 de septiembre de 2010

La nana del miedo

Mi madre me acunaba de pequeño.
- ¡Ay, mi niño!, que le prefiero bruto y sano, ¡ay, mi niño!, que le prefiero tonto y bueno.
Con aquellas voluntades de mi madre, celosa del principal mandato de la carne: preservar a su rorro, me crié obedeciendo a mis mayores, pensando que, por el hecho de serlo, ya eran buenos. Y así fui tonto porque me lo inculcaron, y los mayores me llamaban bueno pero, cuando los cantos se acabaron y hombre me hice, aquella bondad no me pareció sana y, para redimirme de bruto, hube de tropezar más que las bestias.

Ensayito sobre la sordera

Me estoy quedando sordo. Seguro que el hábito de no escuchar me está llevando voluntaria e inexorablemente a la sordera. Mis qués son cada vez más reiterados.
-Que no os engañe, es que no escucha –dice un sagaz amigo.
Y yo, sin confesarlo, estoy con él. Prefiero ese aislamiento, indolentemente disfrazado de sordez, a la depresión, la estupidez, o la sapiencia inoperante de tanto televisivo marisabio.
Y cuando los apacentadores de nuestros ánimos perdidos se llaman mutuamente irresponsables, es mi sordera aislante burbuja salvadora. Porque la política, mucho más que el tabaco, también puede matar. Sobre todo, cualquier ilusión.

6 de septiembre de 2010

Cada día más mandangas

No logro deshacerme de la vieja idea de que los perros son animales. Y no de compañía, como se les llama ahora, sino animales animales, de cuando se hablaba de personas y animales poniendo por medio una distancia. Siempre viví en casa y los perros lo hicieron en el corral y fue sólo el bendito campo nuestro común lugar de esparcimiento, allí nos divertíamos y hasta dejábamos abono donde nos petaba. Nos acompañábamos mutuamente, nos ayudábamos, nos divertíamos y nos guardábamos afecto pero, oye, no comprendo esa mística veneración que a todo el mundo le ha entrado con los canes.

4 de septiembre de 2010

Empresa modelo

Están enterrados en una mina descuidada.
Si hubieran muerto, estarían olvidados.
El rescate costará lo que los 33 no ganaron ni ganarán en su vida. Pero, qué ocasión de lucimiento.
Piden alcohol. Auxilio sí, alcohol no, que los vicios son necesarios para habituarse a morir, pero no para salvarse.
En una cuestión de humanidad y a los hombres, a humanos, no nos gana ni Dios. Y la liberación será retransmitida para que esta virtud quede patente.
Sí a la vida, siempre. Codicia no, nunca. Somos grandes, que el mundo lo sepa. Y, los responsables de todo, saldrán en la foto.

2 de septiembre de 2010

Un anticipo de la muerte

Es un placer cuando, momentáneamente, se anhela. Pero, la soledad, es una desdicha que sólo tiene parangón con el vacío. La soledad es una concatenación de pérdidas. La soledad puede ser fortuita, a veces; natural, otras; e incluso, de cuando en cuando, merecida, lograda a fuerza de desatinos, o inopinada y terrible, por volubles e inesperados abandonos; pero, en cualquier caso, la verdadera soledad es irremediable, progresiva e irreversible como el mismo proceso de la vida. Porque la verdadera compañía no se improvisa y, como el amor, es un milagro que, raras veces, se tiene la sensación de merecer.