Cuando las reformas son modos de
frenar cualquier cambio y la censura amenaza con amordazar incluso a la
ficción, los recién llegados a la política mantienen propuestas que sólo la
experiencia les demostrará que no pueden cumplir. La ilusionada desmemoria de
millones de votantes también se empeña en ello, porque piensan que la
democracia está, además de para lo evidente, también para servirles. Pero vivimos
un momento en que ni siquiera sería prudente exigir que las élites políticas
carecieran de antecedentes penales. Va contra natura. Un gran partido nacional
del cinismo sería lo adecuado: Unión Cínica Nacional, el partido realista.
24 de abril de 2016
Competitividad
Siempre habrá alguien que lo haga,
si no mejor, más deprisa y más barato. La competencia laboral sin medida
envilece de igual modo. Y, en la bajeza, los humanos estamos siempre preparados
para superarnos. Es la carrera de los burros, un galardón a la esclavitud, el
embrutecimiento disfrazado de competitividad. En esta competición, por su
esencia, pierden las mayorías y vencen, no los primeros, que apenas sobreviven,
sino los que incitan a ella por codicia. Pero la competitividad es "tendencia" y
ese embrutecimiento colectivo, hecho virtud, llena a algunos la boca de retos
económicos y, de dineros, sus cuentas.
23 de abril de 2016
Patriotas sin fronteras
Mi patria es el dinero. Así que,
en puridad, soy un patriota sin fronteras. Jamás me siento sólo. El club es
antiguo, selecto y numeroso. Todos tenemos también, cómo no, nuestra patria
chica. Siempre le dedicamos consejos paternales y fraternal afecto. Pero el dinero
no puede abandonarse en manos de hordas de nativos, aborígenes adormecidos en
la poesía del ondear de una bandera, indígenas entretenidos con pelotas y
colores, en fin, un hatajo de parias sin ningún nivel. El dinero fue la primera
globalización hecha en el planeta pero, entonces, ni siquiera se dijo. Para qué: No iban a entenderlo.
15 de abril de 2016
Deprimirse con cien palabras
“También nos condena a
muerte
cuando Dios nos da la vida…”
(Camarón de la Isla)
Las desgracias usurpan sin piedad
el tiempo que tenemos por propio. El dolor anega la razón y ahoga la fantasía. La
angustia ciega la imaginación y ocupa violentamente el pensamiento. Y,
entonces, somos títeres con las cuerdas cortadas, buscando la salida de un
laberinto ciego. La alegría, con su hálito de jilguero, tiritando agoniza en nuestras
manos. Y, a menudo, perdemos otro jirón de la guata del alma, cada vez más
huera y cercenada. Existen cosas cuya utilidad desconocemos, como no sea avisar
de otras, que ni siquiera imaginamos. Y la vida, que nunca acaba bien, es un
fatal axioma.
14 de abril de 2016
Anarquía y conformismo (devociones patrias)
Toda mentira es verdad hasta que se
demuestre lo contrario y, a veces, ni aún así. Hay que presumir la inocencia
hasta cuando el culpable se jacte del delito. La justicia aquí es “garantista”
y, aunque muchos no pillemos la finura de la broma, democrático favor que se
nos hace. Tenemos hasta lo que no necesitamos pues, algunas finezas, sólo se
gestionan en los bufetes de abogados de prestigio.
No caigamos en la tentación de
unirnos a la anarquía fiscal, porque la viabilidad de España sólo la garantiza
la cohesión que tenemos, la mayoría de los españoles, en el conformismo.
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