28 de mayo de 2014

Ausencia

Al amigo no tiene sentido alabarle antes ni después de muerto. Del amigo desaparecido queda el recuerdo de su constancia en el afecto. Un desequilibrio en la palanca que tantas veces nos ayudó a equilibrar la vida. Un apoyo al que ya no podremos recurrir, aunque, inconscientemente, no queramos hacernos a la idea. Y durante muchas semanas nos sorprenderemos pensando en ir a verle, como solíamos, a contarle nuestras cosas y a escuchar las suyas. Tendremos ese impulso a menudo para, al momento, pararnos en seco y recordarnos a nosotros mismos: ya no está. Pero, aún así, nos dolerá creerlo.

Vapor


Recorro la estepa que estaba cuando vine y permanecerá cuando me marche y viene a mí el recuerdo, puro vapor de tiempo.

Podemos

Hace más de treinta años mi comunidad plantó un naranjo que inicialmente todos cuidamos con esmero. Pero pronto delegamos su cuidado en administradores y éstos en multitud de jardineros. Mas, ante la confianza del vecindario, jardineros y administradores se volvieron cada vez más descuidados, venales y soberbios. Y, sin cuidarlo, daban por sentado que el árbol era suyo.  Así, lo invadieron pulgones, proliferaron en él bacterias y tumores, y el Virus de la Tristeza lo defoliaba y dejaba sin frutos. Un día algunos vecinos decidieron afrontar la situación y se dijeron: “No hay más remedio, si hay que podar, podemos.”

19 de mayo de 2014

Alegría, que no es un sufragio de difuntos

Elegimos al gobierno por sufragio, luego le sufragamos sus gastos y hasta, frecuentemente, le hacemos los deberes, porque el gobierno ha de estar a lo de la macroeconomía y no a trivialidades rastreras que afecten al día a día de los ciudadanos. El gobierno resolverá el futuro, que el presente es cosa nuestra y, además, no tiene arreglo. De la herencia recibida  hemos de pedir cuentas al gobierno anterior, que a este gobierno ya tendremos tiempo de agradecerle lo mucho que está haciendo por nosotros. El presente ya lo hemos perdido, ahora vamos a jugarnos el futuro. ¡Con alegría, coño!

El círculo virtuoso

Creo que hay situaciones que son ollas a presión de comportamiento impredecible. Mezclas de poder, ambición, intereses propios y ajenos, dinero, favores, amenazas, despotismo, desprecio, odio, estructuras públicas corruptas, política, armas, negocios, lumpen, gente atildada y elegantes salones. El asesinato se rehuye, bien sea por negocio o venganza, pero su sombra está. Siempre creí que las personas de bien no entraban en estos círculos viciosos pues, por definición, nacen o, al menos, viven abonadas a círculos virtuosos, pero creo que la separación entre unos y otros es muy tenue. Eso pensaba anoche, cuando volví a ver El Padrino.

17 de mayo de 2014

Hood no, pero Look sí

El Ministerio de Hacienda español ha recibido diplomáticas indicaciones por parte de la UE para que sus inspectores visiten esta óptica. No pretenden las autoridades comunitarias la utopía de que estos amables funcionarios sisen a los ricos en favor de los pobres, pues eso contravendría el espíritu de la mayor parte de las directrices comunitarias. No quieren que sean como Robin Hood, que ya se sabe que era un proscrito, sino que, contagiados del nuevo espíritu Robin Look, miren y detecten los grandes fraudes y evasiones fiscales. Por una administración escandalosamente económica: Help us Robin Look!

No empecinarse

La felicidad está rodeada de alambradas. Puede que, además, sea sólo un deseo o una ilusión. Puede también que, de existir, quepa en una caja de cerillas. O, tal vez, sea una carrera inacabable de infinitos obstáculos. A lo mejor, nos empeñamos en sustituirla por el dinero, por el poder, y, hasta los más resignados, por la salud y el trabajo. Sin embargo, como asnos tras la zanahoria, todos pasamos la vida en pos de su señuelo. Tan empeñados estamos con la felicidad, que algunos han ideado otra vida donde conseguirla. Qué obsesión, qué brutos nos ponemos. Y a lo tonto.

Buscando amparo

Envueltos o liados o confundidos por estos marasmos de banderas, y no sabiendo nunca si lo que representan nos amenaza, nos protege o nos explota,  no viene mal la ayuda de los cielos. Así que, carente de toda garantía, conviene al creyente y también, por si acaso, al que no lo sea, ponerse bajo el símbolo de alguna entidad no terrenal que vele por los desamparados, porque todos somos candidatos a serlo y muchos ya lo son. Y es que la sombra de tanta bandera apabulla, ensombrece el corazón y casi asusta.

Por favor, primero las señoras, luego el talento

Aquel ministro Cañete que afrontó la crisis de las vacas locas en el 2000-01, metiéndose entre pecho y espalda un solomillo aquí, un chulentón allá, al estilo de Pedro Picapiedra, va a representarnos en Europa.
Pero, a tenor de sus últimas declaraciones, no le veo muy fino. Espero que todo el potencial intelectual que renuncia a utilizar para no apabullar a las señoras, lo utilice sin complejos en la sutil Europa y, aunque le cueste, no se corte con la indefensa señora Merkel por esa su paternal cortesía con las débiles damas.
Cachis, con lo puesto que estaba en agricultura.

15 de mayo de 2014

Al servicio de los hombres

Algunos dicen que el nombre Emilio procede del latín “aemilius” que significa “el que se esfuerza en el trabajo”; otros sostienen que se deriva del griego “aimilios” cuya traducción sería “amable”. Sin embargo, pese a las gracias derivadas de su nombre, todos los Emilios del santoral fueron martirizados.
Y, digo yo, si este Emilio, que también cumple las condiciones de trabajador y amable, como reza la carrocería de su negocio móvil, no será otro mártir desconocido y perdido por el mundo, que hubiera merecido la canonización junto a ambos Papas. A mí me parece que tiene toda la pinta.

Un banco sin interés

Entre los miles de construcciones y paseos que hay en las costas, encontré una mañana este banco. Y me dije: este es el banco de pensar.
-        Oiga, ¿le apetecería sentarse a pensar en este banco?
-        ¿Pensar? ¡Qué aburrimiento! ¿Cree que no tengo otra cosa que hacer?
-        Pero,  ¿le parece mal pensar un rato?
-        Pensar en qué.
-        Pues, preguntarse por la vida.
-        Yo no tengo nada que preguntarme.
-        Entonces, ¿es usted feliz?
-        Ni feliz, ni infeliz, estoy acostumbrado. Y si me falta tiempo para padecer la mayoría de las cosas, no sé de dónde lo iba a sacar para arreglarlas.

Bucles

Hay algunas frases sin principio ni fin, tan falsas como ciertas, que no se cumplen pero que no dejan de realizarse a cada instante. Frases con la misma vigencia hoy que hace mil años y que seguirán valiendo dentro de otros mil. No hace falta mudar las palabras para que algunas frases tengan movimiento constante, como si perennemente estuvieran rodando. Sentencias que vaticinan el tsunami definitivo pero que predicen simplemente olas que mojan los pies a cada generación, una tras de otra. Y solamente terminan siendo ciertas para cada persona, individualmente, en cada nuevo e ineludible amanecer.

14 de mayo de 2014

Las amigas

Con ese sentido tan romántico, con esa ensoñación, de que perduramos como fuimos, las amigas quieren reunirse cuarenta años después. Y, tal vez, piensen continuar hablando del interés común que tenían entonces: el ansia de vivir.
Pero, si se juntan, probablemente terminarán hablando de otras cosas.
Me pregunto cuánta ilusión conservarán sus ojos,  y si la vida habrá llevado a cada una al puerto imaginado o si el azar ingobernable y los vientos caprichosos les habrán llevado a playas remotas, a islas desiertas o a acantilados ásperos que nunca pensaron visitar.
A mí me gustaría recordarlas tan alegres como eran.

El muro

Arreglaron la casa vieja de la huerta. Y lo mismo que dieron libertad a los frutales, dejaron asomar la cara al tapial viejo. Porque el pasado, con un revoque nuevo, cambia la identidad o la destruye o regala otra sosa y sin sustancia. Maquillado el muro original de blancura, se asusta al tiempo que, obstinado, queda siempre debajo sin poder dar la cara. Pero aquí le dejaron respirar con su pulmón de barro. Y los ladrillos toscos y las piedras de río sonrieron, sacudiéndose el blanco como un perro garabito se sacude el barro al salir de una charca.

7 de mayo de 2014

Ponga a su bebé un bonito nombre de diablo

Aamón, Abam, Abbadón, Abigor, Adirael, Adramelech, Ahpuch, Ahrimán, Amón, Ananel, Andija, Andras, Amudiel, Araxiel, Asbeel, Asderel, Asmodeo, Astaroth, Ayacuá, Ayperos, Azazel, Baalberith, Badariel, Balaam, Balbán, Baphomet, Bast, Behemoth, Beherit, Belcebú, Belial, Bile, Bu, Cachano, Camuñas, Cancón, Chamuco, Chemost, Cimeries,  Damballa, Damian, Dagón, Demogorgón, Demontre, Diábolus, Diantre, Diaño, Dracu, Enmao, Eurónymus, Fenriz, Gorgo, Haborym, Huerco, Ishtar, Lilith, Lucifer, Luzbel, Mammón, Marduk, Mastema, Mefistófeles, Meibonio, Melektaus, Mengue, Metztli, Metatrón, Mictián, Midgard, Milcom, Moloch, Mormo, Naamah, Nergal, Nihasa, Nija, Oyama, Papón, Pateta, Páticus, Rimmón, Sabazios, Saitán, Sammael, Samnu, Sarhaolam, Satán, Satanás, Sedit, Sekhmet, Semyazza, Shaitán, Supay, Tchort, Tezcatlipoca, Thamuz, Toth, Tunrida, Typhón, Yaotzín.

(Sólo se ofrecen nombres sofisticados que puedan marcar tendencia. No se incluyen los más castizos por su vulgaridad: Pedro Botero, Cojuelo, Ángel Caído, Anticristo, Diablo, Tentador, Trompetero de Judas, etc.)

6 de mayo de 2014

Historias del telediario

Parece mentira pero es así. El dueño de un bar ha sido condenado a más de dos años de cárcel por molestar con los ruidos de su establecimiento.
A la madre del condenado le parece una vergüenza:
“Mire usted, cuando mi hijo esté en la cárcel y entre los reclusos se pregunten cuál es su delito,  dirán:
-        Yo estoy aquí por violador.
-        Yo, porque robé.
-        Yo, porque maté.
-        Yo, por traficante de armas.
-        Yo, por drogas.
-        Yo, por un ERE.
-        Yo, por corrupto.
Y mi pobre hijo, avergonzado, tendrá que decir:
-        Yo, por poner demasiado alto Paquito el Chocolatero.”

5 de mayo de 2014

Mirar sin ver

Caminando a gatas, como un gozquecillo humano, memoricé los primeros recuerdos. Entonces, el mundo material me parecía abstracto: formas sin sentido con las que tropezaba. A mi ritmo hice mi propio plagio intelectual de todo, gracias a personas que, enseñándome, no se tenían por docentes. Y, como en nada fracasaron, todo cuanto me rodeaba se me hizo conocido, y aprendí sin notarlo. Curiosamente, jamás volvió a ser así, ni el colegio ni después. Nunca volví a dar con maestros tan naturales y tan diestros. Hoy me pregunto si enseñar no será, simplemente, resolver los problemas de cualquier aprendizaje. Sin alardes.

29 de abril de 2014

La esfera

Creo que la tristeza es esférica y no se llena nunca ni revienta, por más que siempre crezca y nunca mengüe. Es una burbuja que permanece dentro y cada día, cada mes y cada año se adensa con otras concéntricas a ella. Los psicólogos forenses, llegará un día, en que sabrán extirparla de las entretelas de los muertos. Verán entonces que la historia de cada vida está escrita en ella. Hasta entonces, sólo sabremos que puede notarse en la mirada, porque los ojos son también dos esferas.

28 de abril de 2014

Entrando en la postguerra

Para los parados, crearemos trabajos; para los pobres, habrá riqueza; para los defraudados, obraremos justicia; para los desahuciados, habilitaremos cobijos; para los enfermos, remedios y galenos, y para los que  aún no tengan problemas, no tardaremos en proporcionárselos. Porque no se puede hacer todo a la vez y, además, las crisis sirven para eso: estropearlo todo y luego ocupar a la gente en vindicarlo y resolverlo en un montón de años. Ciclo económico se llama.
-        ¿Saldremos de ésta?
-        ¡Dios quiera que mi gallo salga bien de ésta, todos los picotazos van a la cresta! –dijo la abuela con mucho retintín.

26 de abril de 2014

Disfunción de la vida interior

Anduve por el campo de perfiles perennes pensando en tropezar, a falta de nuevos horizontes, con esa silueta interior que, a fuerza de arañar pacientemente el pensamiento, dicen que se descubre. Pero nada. Pensé hasta en decorarme con un nuevo interiorismo vital que me facilitara la posibilidad de amarme intensamente que, según dicen, es cosa imprescindible y trascendente. Y hasta ponderaba ya sobre la audaz posibilidad de reinventarme, que es tendencia, cuando descubrí aquel tocón desnudo con sus pliegues. Hice una foto y, dejando de lado las banales e interesantes sutilezas modernas, me marché como vine: caminando como un ser corrientito.

La adolescencia del año

La primavera es lo opuesto a lo que antes vendían los poetas y, ahora, El Corte Inglés. Nada hay de la bonanza soleada y fresca, nada de templados y serenos días azules con piar de pajaritos y arrullo de palomas. Al contrario: tormentas violentas, vientos cambiantes, aguaceros, temperaturas locas, confusión en la cúpula del cielo, nubes negras con nervios de electricidad en las entrañas, destemplanza y brusquedad. Los poetas describen sólo algunos intervalos estables, y dan a esta estación muy buena fama, pero la primavera es la adolescencia del año y su meteorología es imprevisible, caprichosa, desequilibrada, contradictoria y turbulenta.

25 de abril de 2014

La extraña utopía

Homogeneizada la izquierda y la derecha en esta ortodoxia del bipartidismo, lo demás es extremismo peligroso. Peligroso para la verdadera democracia, catalizadora de esta libertad que nos inunda. Y defendiendo esta libertad igualitaria, toda molestia a los políticos, si no lo es ya, será delito en poco tiempo. Y quien tenga una queja habrá de ser tan educado al exponerla que, si alza el tono, podrá multársele en el acto y pasará a prisión si persevera. Manifestarse será promover la violencia y mostrar desafecto al sistema será llamado alta traición. Parecía imposible, pero tenemos a un paso la utopía.

Externalización inminente

La imprevisión del Gobierno es alarmante. No tener prevista una externalización de los servicios penitenciarios es suicida. La inminente entrada en prisión de personas con elevado poder adquisitivo hace imprescindible la creación de unos servicios mazmorreros de, al menos, cinco barrotes (***** de establecimientos penitenciarios) para personas de sofisticada cualificación delictiva.
Hasta ahora se ha venido paliando la inexistencia de este servicio, obviamente privado y a la carta, con el indulto, pero la situación ya es insostenible. No es viable que un servicio público pueda universalizarse para tantos granujas con posibles. No podemos seguir viviendo por encima de nuestras posibilidades.

24 de abril de 2014

¿Opciones o posibilidades?

(Foto a la atención del Beato)

La senda de la incertidumbre se hace larga porque se recorre bajo el peso agobiante del temor ciego; la de la felicidad, se hace liviana pero efímera, porque se pierde con la misma inesperada prontitud con que aleatoriamente la encontramos. Pero, por ambas, se ha de transitar, porque la vida no ofrece caminos optativos y, aunque a veces creamos haber escogido libremente nuestro sino, aquello con que vamos topando con el tiempo nos sugiere siempre una idea de servidumbre inesperada, de culpable temor a lo desconocido y de no entender muy bien, en definitiva, qué pintamos aquí.

20 de abril de 2014

La piedra

Pasan los años y a la piedra del Pizorral le ha nacido liquen de colores y la tapó de blanco la nieve muchas veces y la noche de enero la recubrió de hielo y las aguadas de la primavera la empavonaron al amanecer de escarcha y el agua de los cúmulos negros la lavó y el arroyo la tapó en sus avenidas y el sol del estío la templó en los agostos, pero tengo la ilusión, algunas veces, de que el tiempo no podrá con ella, aunque, mal enemigo, pueda algún día con nosotros.

Firme compromiso

-        ¿Crees en Dios o en el Cristo de tu pueblo?
-        Hombre, viene a ser lo mismo.
-        ¿Crees en la política, en los políticos o en los partidos?
-        Hombre, ¿qué diferencia hay?
-        ¿Crees en la Iglesia, en el clero o en el Papa?
-        Es el mismo lote.
-        ¿Crees en la economía global o en el trabajo personal?
-        Son cosas unidas.
-        ¿Crees en la protesta o en la resignación?
-        Según convenga.
-        ¿Abortista o antiabortista?
-        Difícil decidir. Mucho me comprometes.
-        ¿Del Madrid o del Barça?
-        Hombre, del Madrid de toda la vida. Que yo al pan, pan y al vino, vino.

10 de abril de 2014

La verdad os hará temerosos

Pensaba cuál sería la canción más triste. Indagaba sobre el dolor más agudo. Buscaba el lugar más solitario. Imaginaba la maldad más perversa, la crueldad más atroz, el cinismo más cruel, la locura más inhumana, la insensibilidad más pétrea, el asco más vomitivo, el desamor más infausto, la dolencia más incurable, la melancolía más triste, el olvido más profundo, la infamia más injusta y ominosa. Pero carecía de imaginación, porque las noticias diarias dejaban corto, pacato y obsoleto cualquiera de sus pensamientos. La globalización de la ignominia sobrepasaba cualquier pensamiento individual. La felicidad era librarse del presente. Pura omisión ciega.

3 de abril de 2014

¿Dónde yacen las palabras?

No había agua en las casas, tampoco teléfono, luz sólo por la noche. La televisión no existía.
-        ¿Ordenadores? ¿Internet?
-        ¿Mande?
Jugaba en un barrio oyendo las bigornias, con casas de adobe en las que había alacenas, vasares, orzas, artesas, jofainas, alcuzas, fallebas en balcones y ventanas y pozos con cangilones. Mi abuela llevaba toquilla y nos servía, alguna vez, una miaja de chocolate en jícaras. Teníamos brasero con badila. Mi madre me regañaba por venir de la calle con cascarrias.
El tiempo me arrebató personas y palabras queridas y, a cambio, me va vendiendo cachivaches modernos y me regala barbarismos.

22 de marzo de 2014

Gastando el tiempo

Escribo con desidia mis cosas. Estoy convencido de que, seguramente, está ya todo dicho y sólo hay pequeñas diferencias al sentirlo y éstas son menores aún al expresarlo. Así que levanto las piedrecillas del camino por el que tantos pasan y  pasaron por ver si, bajo alguna, encuentro un milímetro aún inexplorado. Pero, qué va, cambian sólo los medios, el sentido de todo lo demás permanece y, cualquier cosa que pensemos o digamos, se dijo ya o se pensó por alguien, incluso antes de que la inteligencia diera a luz la primera escritura y a alguno le diera por contarlo.

Evitar errores no es acertar

“Tenemos todas las respuestas, pero nadie nos pregunta”, rezaba un cartel en un rincón de la residencia de ancianos.
La frase, como todas las frases lapidarias que, por cierto, odio, me hizo pensar. ¿Sería verdad que aquellos ancianos tenían todas las respuestas? La redonda sentencia parecía demasiado presuntuosa para ser cierta.
Recapacité, desde mi modesta experiencia y, tras cavilar un rato, me dije que, tal vez, sería mejor sustituir esa frase por esta otra:
“No tenemos todas las respuestas, pero sabemos de muchas que son erróneas”.
La frase no quedaba tan rotunda como la primera pero, seguramente, resultara más cierta.