30 de agosto de 2008

Quimera


Éxito, conformidad, dinero, trabajo, inteligencia, familia, belleza, sexo, salud, ocio, valores, religión, creencias, amor, ética, amistad, compañía, consumo, logros, satisfacción, genética, ambiente, libertad, prestigio, relaciones, estabilidad, seguridad, vida eterna, propiedades…
Y seguramente muchas más cosas, que no se me han ocurrido, pueden ser parte de la felicidad. Sin duda se podrían añadir bastantes más. ¿Cuál será la combinación perfecta entre todas o parte de ellas? ¿Será la felicidad un coctel de proporciones exactas? ¿No será, tal vez, que la felicidad no existe y que cuando creemos tenerla es tan efímera y fugaz que la confundimos con la alegría?

4 comentarios:

Paz Zeltia dijo...

tantos pensadores a darle vueltas a lo de la felicidad, esa escurridiza...
creo que de joven yo identificaba esa "felicidad" con un estado de exaltación emotiva placentero -algo´así- pero ahora la identifico con un estado de serenidad interior, duradero.
algo bastante inalcanzable, parece ¿no? sobretodo para personas emocionalmente inestables y bastnate caóticas.

Lan dijo...

Serenidad interior duradera...
¿Y que hay sobre seguir siendo caótica y emocionalmente variable como el grueso de los mortales? A ver si vas a renunciar a la felicidad y la tenías delante ;-))
Saludos

Insumisa dijo...

La felicidad es la felicidad, como los hongos no son animales ni vegetales, sino hongos. Y el amor no se puede explicar. Igual la felicidad. No te puedo decir lo que es ni con lo que se come, pero existe. Tan existe que todos vamos por ella.

Besitos

Lan dijo...

Te creo.