
Mi madre era creyente, católica practicante. Perseveró su vida entera. Por activa y pasiva, de palabra y por escrito nos exigió siempre sepultura cristiana, inhumación, misas y todos los ritos que dicta su confesión. A su pesar no soy religioso pero, como una última cortesía filial, asistí a su responso. Imaginaba una amable despedida por parte de su iglesia. Pero, atónito, escuché un discurso iracundo contra el relativismo moral, contra las incineraciones, contra los no creyentes y me di cuenta enseguida que, a aquel loco revestido, mi católica madre no le importaba un bledo, estaba muy centrado en su política.
5 comentarios:
Yo lo oi muchas veces en mi familia: "si es que los curas nos quitan la fe".
Amen.
bautizos, bodas y funerales son... su trabajo. no se involucran
Mi madre llevaba en esa parroquia desde que tenía uso de razón. Pero ese día tocaba hablar de los ateos que ponían cosas en los autobuses y de todo lo demás que no quiero recordar. Menuda despedida le dio aquel orate a la fiel difunta, ni un adiós, ni una palabra para ella... Muchos, que se acercaron a darme el pésame, aprovecharon para mostrarme su vergüenza por las palabras del elocuente oficiante.
Esa música me suena de tantos responsos asistidos...
Ya sabes que no pude estar presente,de estarlo,me habría cagado en todo.
Un abrazote osito mío
Repórtate, Lohengrin, que estamos en público. ;-)
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