8 de enero de 2009

Zambullida


La Guardiana de las Fechas se está muriendo con una lentitud desesperante. Hoy, cuando llegué, le pregunté cómo estaba. Perezosamente salió de su bruma de calmantes y me sonrió:
- Estamos a las mismas.
Luego de acomodarla como me dijo, le di un poco de agua y le acaricié a sabiendas de que pudieran ser las últimas caricias, se sumió en un sueño ligero, como aletargada. Pasada media hora, abrió los ojos, me buscó la mirada y me dijo:
- ¿Sabes, hijo? La vida no tiene sentido.
Sonrió, mientras acariciaba su cabecita de niña, y se zambulló en su interior.

2 comentarios:

Flor y Nata dijo...

La vida sólo tiene sentido para ser vivida y cuando se vive...sabia conclusión la que nos regala la Guardiana de las Fechas. Quiero, excepcionalmente a como solemos hacer, aprender de su experiencia.
Un beso y nada puedes hacer mejor que !hacer lo que haces y como lo haces!

Paz Zeltia dijo...

seguro que esa sentencia que has oído en momentos tan particulares e importantes es algo que habrá pensado muchas veces, pero en esas circunstancias todo adquiere una dimensión mucho más amplia.
este post tuyo me recuerda los míos de hace tres años, cuadno mi hermana estaba esperando la muerte adormecida por la morfina.

¿sabes lo que decía mi madre? -no cuando se moría ella, sino cuando se morían otros- "filliña, morrer custa moito traballo"

fuerza.
y un abrazo.