30 de marzo de 2009

Familia, matrimonio y tríos


Tres personas distintas, ninguna mujer, y un solo Dios verdadero. Luego, la mujer por excelencia, la virgen María, tiene un hijo viviendo con un anciano, que es su marido, pero no lo tiene con él sino con un tercero, que es un espíritu, eso sí, santo y que, además pertenece a la tríada inicial. A la vista de estas componendas familiares no entiendo cómo hay fuerza moral para negar el matrimonio a personas del mismo sexo y a negarles también la posibilidad de tener hijos o adoptarlos. Parece que la mismísima sagrada familia no era un ejemplo de ortodoxia.

5 comentarios:

Paz Zeltia dijo...

jajaja, te has lucido! buenísimo tío, lo que a tí no te ande en la cabeza!
éso lo voy a utilizar yo como argumento contra algún gilipollas, en discusiones de taberna! jeje

Lan dijo...

No sabes lo muchísimo que me conforta servirte de apoyo (intelectual) en tus discusiones de taberna, cuando te enfrentes con esos marineros borrachos a los que sin duda desmontarás sus argumentos por inicuos e inoperantes... ;-)

Paz Zeltia dijo...

SS:
lo de borrachos se puede suponer por asiduos a tabernas

y lo de marineros porque vivo en puerto de mar?

:-)

conozco a muy pocos marineros, (a borrachos, alguno más) ;-)

(y como sabrás a los borrachos no se les puede convencer con argumento alguno, salvo invitarles a otra copa!) y éso no lo hago yo, ni para convencer... jeje :-)

Lan dijo...

Ya, mujer, pero la guasa también existe. A orillas del mar y tierra adentro. Sí. ;-))

Paz Zeltia dijo...

conste que me encantó lo de los marineros borrachos, ya me veo yo envuelta en el humo de mi propio cigarro, emanando olor de feromonas entre los machos viciosos en tugurios y antros oscuros.

;-)

(siempre puedo volver a fumar, y comprarme un perfume con feromonas de ésas, que dicen que haberlos haylos, aunque yo no creo en ellos)

guason!