18 de mayo de 2009

Don Galo


Era don Galo el mejor cantor del coro de los canónigos. Prácticamente su puesto en la catedral lo debía exclusivamente a su habilidad canora, pues de otras virtudes, supuestas en el clero, no parecía reunir ninguna. Siempre rodeado por amables señoras de la provinciana clase acomodada, no había partida donde no participara, cacería a la que no se le invitara o sarao en el que no estuviera. Un día, desde el púlpito catedralicio, se pronunció rotundo:
- …fue la edad dorada del hombre, aquella lejana prehistoria, donde nuestros antepasados dedicaban exclusivamente sus días a estar de caza y de mujeres…

4 comentarios:

Paz Zeltia dijo...

jajaja,
si es que siempre hay un descuido por donde asoma nuestra propia tendencia, por mucho que intentemos disimular...
:-)

(por cierto tiene usted una errata mecanográfica canora en vez de cantora, he supuesto muy rápidamente yo.
muack!

Lan dijo...

Cierto, la cabra tira al monte...
Creo que no es errata, me parece que también se puede decir así. Pero, gracias. ;-)

Paz Zeltia dijo...

gracias a tí, que he aprendido una palabreja más!
si es que la ignorancia es muy atrevida

Lan dijo...

Más que ignorancia lo tuyo es velocidad. Creo. :-)