23 de mayo de 2009

Elección personal


Tuve mi primera sensación de libertad al ser independiente económicamente. Descubrí que esa era una utilidad del dinero y, por tanto, de una forma honrada de conseguirlo: el trabajo. Pronto entendí que la libertad no era, ni mucho menos, sólo eso; pero también, que ese era un primer paso. Luego había que elegir, pero elegir era también renunciar. ¿Hubiera sido mejor no renunciar a nada? Quizás, si alguien hubiera resuelto mis problemas perentorios. Eso habría sido más cómodo, pero quise ser independiente para ser libre. Administré mis fuerzas y me gustó el camino que tomé, abarcando únicamente lo que pude.

4 comentarios:

Insumisa dijo...

Hay quienes no eligen, la vida los empuja a ello. Ser independientes no solo en lo económico, sino en lo emocional.
Al final, veneno que no te mata, te hace mas fuerte.

Lan dijo...

También hay quienes no desean independencia porque les supone renunciar a una vida cómoda. Hay de todo, incluso hay quienes emocionalemnte intentan esclavizar a los demás.

Paz Zeltia dijo...

Lo de que ser independientes económicamente estaba muy relacionado con la libertad es una lección que aprendimos muy pronto las mujeres!

(y algunos hombres con profundo pesar lo aprendieron también, por eso los que llevan un maltratador dentro, lo primero que tratan de conseguir es que su mujer deje su trabajo, o ya no lo emprenda, para que dependa económicamente de él)

Lan dijo...

El trabajo da dinero y éste independencia. Pero el dinero da independencia aunque no proceda necesariamente del trabajo. Por qué empeñarse en trabajar si se encuentra otro modo de conseguir dinero. Al final las personas demuestran su naturaleza por cómo se comportan, por cómo actúan. Si es que Santo Tomás, que el hombre cayó también en la cuenta, ya lo decía: "operari, sequitur esse", o sea, que se obra según se es.