
El muchacho de rostro sereno y gesto agradable, no mal vestido, se acercó. Cuando me encontré a su altura enseñó los dientes blancos con la mejor de las sonrisas y, acompañándose de una mirada que pretendía ser limpia y directa, me dijo:
- ¿Quiere colaborar con nosotros?
- Tú me dirás.
- Estamos haciendo poesía para no morirnos de hambre – y me tendió un fajo de hojas arrancadas de un diminuto blog con poesías escritas a mano.
- Pues, si lo conseguís, tendréis mucha más suerte que el novecientos noventa y nueve por mil de los poetas.
- ¿Quiere colaborar con nosotros?
- Tú me dirás.
- Estamos haciendo poesía para no morirnos de hambre – y me tendió un fajo de hojas arrancadas de un diminuto blog con poesías escritas a mano.
- Pues, si lo conseguís, tendréis mucha más suerte que el novecientos noventa y nueve por mil de los poetas.
4 comentarios:
¡Eso es dar ánimo! y no... no puedo completar el dicho de por mi lado del mundo. Me da harta penilla. Jajajaja
;-)
¿Cuál es ese dicho?
el verso componiendo y con el pico dando
(¿ah, que no es así?)
Bueno, al menos, ese modo de pedir no está tan gastado como otros.
Publicar un comentario