7 de junio de 2009

El desequilibrio


Recuerdo que los ayuntamientos gratificaban hace años la caza de alimañas. Un suponer, que te presentabas con diez urracas, 10 reales; que eran cuervos, 15; con cuatro comadrejas, 8 pesetas; dos zorras, 10 duros; una gineta, 30 pesetas; la pareja de tejones, 12 duros; un águila real, 40 pesetas…y así.
La contención de las alimañas parecía, pese a todo, imparable. Hoy, con la fauna local casi desaparecida, no mencionemos al águila, pero pueden multarte simplemente por coger manzanilla, musgo o té de roca. Como si fueran los paisanos y no la industria la que ha acabado con aquel incontrolable criadero.
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4 comentarios:

lohengrin dijo...

Qué acierto la foto del artículo!
Ahora los ayuntamientos gratifican a los que instalan parques eólicos; hay que ver cómo cambian los tiempos...

Lan dijo...

Los desastres económicos producidos por la especulación o, digámoslo claro, el latrocinio más descarado podemos sufragarlos entre todos. Pero estamos corriendo el riesgo de pensar que con la naturaleza podemos hacer lo mismo y ahí es donde nos equivocamos. Todos pensamos que nosotros no vamos a verlo pero alguién lo ha de ver.

Paz Zeltia dijo...

desde luego, los humanos, somos un "cáncer de piel" para el planeta

Lan dijo...

Tú lo has dicho. Nosotros, los humanos, y nuestro desarrollo siempre insostenible.