
Alguna vez, se me ocurre, podíamos ejercitarnos en el conocimiento del prójimo y, ya de paso, en el propio, haciendo confesiones a desconocidos. Sí, igual que le cuentas al médico, al que mediatizas con tu presencia, pero a un desconocido. Podríamos comenzar con un correo:
Estimado desconocido: Aprovechándome de su obvia imparcialidad, pues no me conoce de nada ni nada sabe de mi entorno ni me ha visto nunca, le voy a confiar mis problemas para que, sin ninguna cortapisa y si le apetece, me conteste usted dándome su opinión sincera de cómo debiera afrontar éstos.
Pues, verá usted, …
Estimado desconocido: Aprovechándome de su obvia imparcialidad, pues no me conoce de nada ni nada sabe de mi entorno ni me ha visto nunca, le voy a confiar mis problemas para que, sin ninguna cortapisa y si le apetece, me conteste usted dándome su opinión sincera de cómo debiera afrontar éstos.
Pues, verá usted, …
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9 comentarios:
una idea cojonuda
yo de hecho la practico
no así, con destinatario único, pero sí esparciéndo a los 4 vientos
y me encanta escuchar las intimidades y razones por las que se odia o se ama, todas bastante absurdas cuadno intento razonarlo. yo soy de las que inicio conversaciones con desconocidos y aduzco aquello de "pero cuéntamelo, hombre, si total no nos vamos a volver a ver ni soy de tu entorno, es tu oportunidad de sacarlo afuera sin que los que te conocen comprendan que tú no eres quien pareces"
jeje
te dije que soy voyeur de sentimientos
bueno, y un poco exhibicionista, también.
:-)
¿Exhibicionismo emocional?
No es fácil. Y, si tú lo consigues, eres afortunada.
Aunque no te he visto así, hasta ahora, claro. ;-)
La razón de la sinrazón. Los japoneses y en general, la gente que habita grandes urbes, se siente sola. Ya casi nadie escucha a nadie. Escuchar es un arte por el que se paga muy bien (vean la demanda que tienen los psicólogos y los sueldos por hora que reciben)
Por eso, los japoneses inventaron los tamagochis. Sale mas barato contarle tus penas a una mascota virtual, que a un psicólogo a 500 dólares la hora.
Y sobre todo no te llevan la contraria. ;-)
Me parece que cada vez hay más gente, sobre todo personas mayores, que están deseando 'pegar la hebra' con el primero que se encuentran -en el autobús, en la cola del super, en la sala de espera del médico...-, y a poco que se les preste oídos, te cuentan sus más y sus menos con todo detalle. Lo siento, Lan ;-) tu idea no es nueva; ellos se te han adelantado. Por pura necesidad y a cara descubierta, como los valientes.
Se me olvidaba: la idea de desahogarse por carta -o por email-a mí particularmente me encanta, porque me gusta mucho más escribir que hablar.
Llevas razón, Ángeles. Las personas mayores llevan años haciéndolo. Sin embargo, así por escrito y sin verse la cara me da la sensación que aún se llegaría a tener más sinceridad.
Saludos.
Olvidaba decirte que soy de los que les ocurre lo mismo que a ti. Prefiero escribir a hablar.
Saludos, Ángeles.
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