12 de junio de 2009

Los laicos inocentes

De los presuntos políticos corruptos se sabe todo: nombres, relaciones, mansiones, negocios… pero, curiosamente, ni los jueces averiguan sus delitos. Sorprendente, ¿no? Sabemos que es imposible vivir como ellos, pero ellos no habitan esta inopia que es la inocencia. Ellos, muy dignos, tienen estatus de protección y, con indolente guasa, le llaman a su estado presunción de inocencia. Juicios, pruebas, recursos, sobreseimientos, impugnaciones, letrados, asuntos que prescriben, jurisdicciones, plazos agotados…dicen bastante de dicha presunción. Pero si alguno, tonto o advenedizo, pisa prisión, se verá compensado por los programas del corazón. Los inocentes somos nosotros. Y con toda certeza, sin presunción.
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2 comentarios:

Paz Zeltia dijo...

igual de incomprensible que alguien con mansiones y coches de lujo le salga la declaración de hacienda a devolver
:-(
es que no me saco hacienda y los intereses que me cargó por una deuda que no pude pagar, y que todavía no sé como haré.
Cada uno pensando enlo que le duele

Lan dijo...

Con lo de la corrupción, Zeltia, nos las tenemos que tragar como ruedas de molino. Nunca sabemos lo lejos que llega.