16 de septiembre de 2009

Más sobre el relativismo denostado


A uno le angustia, principalmente, vivir ante la incertidumbre, desconocer cómo y cuándo se ejecutará lo inapelable.
La juventud te da, sin ninguna justificación, un almohadón de años para ensordecerte y cegarte ante un destino cierto pero tan lejano, que no parece el tuyo.
La edad afina ese almohadón aislante hasta dejarlo tan fino como una farfarilla de cebolla, casi tan transparente como el aire.
Y te preguntas: ¿Y todo esto qué sentido tiene? ¿Qué importa el talento, la fortuna, las creencias, las naciones…? ¿Qué importa todo cuanto nos enfrenta o preocupa? ¿Hay en nuestra existencia algo con algo de sentido?
.

9 comentarios:

Paz Zeltia dijo...

coño, SS
esas preguntas fodenme a diario!
a algúns será de ano en ano
ou de mes e n mes
pero cho xuro que a min ¡a diario!

tamén, como cada un ten a súa personalidade e o seu carácter, un adopta actitudes fronte a elas.

en min xenerouse un profundo escepticismo vital, un bo campo para xerminar nel a preguiza, a desidia, o desinterés, a utilización do sarcasmo sin vir a conto, un chisquiño de cinismo, bastante pouca vergonza... demasiado "tanto che me ten, tanto che me da"
nefasto, che

estou aberta a probar remedios

Paz Zeltia dijo...

ah que me olvidé de comentar que el nombre de la calle me recordó aquella canción de joaquín sabina:

vivo en el número siete, calle melancolía.
quiero mudarme hace años al barrio de la alegría.
pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvía
y en la escalera me siento a silbar mi melodía.

Lan dijo...

Tal vez sean los artistas los que mejor actitud tomen ante la vida. El arte no sirve para nada excepto, tal vez, para demostrar que alguien no necesita someterse a las servidumbres de la naturaleza para sobrevivir. Puede que, al final, el artista se pueda permitir el lujo de no ser otra cosa excepto observador. Puede que muchos consideren que lo que hace el artista es un trabajo pero, si lo es, es sólo porque ocupa su tiempo y, a veces, hasta le da para comer.
Dudo, Zeltia, que esto te ayude pero es lo que se me ha ocurrido a bote pronto. :-)
Hay nombres de calle muy evocadores. Sí.

Paz Zeltia dijo...

agradécese...
mais, se nalgún tempo tiven unha vena artística,
estropearíaseme cando cortei as venas (metafóricamente)

Lan dijo...

Bueno, tal vez, te crezcan de nuevo. Ya sabes aquello de "no sé si cortarme las venas o dejármelas largas" :-))

lohengrin dijo...

Ay,como me ha gustado la palabra "farfarilla"...,no la había oído en mi vida,pero la voy a incorporar no sólo para hablar de cebollas,sino para cualquier otra cosa que se me ocurra...
La reflexión del sentido de la vida,muy filosófica oiga.
Besos

Lan dijo...

Fárfara y su diminutivo farfarilla se aplica también a la delgada membrana que envuelve, bajo la cáscara, a los huevos. En general puede decírse de cualquier fina telilla casi trasparente.
Besos, Lohen.

Avelaíña dijo...

Me encantan sus retratos del día a día, de las calles y las personas y sus reflexiones. Secillo, directo, incluso tierno.
Un placer pasar por aquí

Lan dijo...

Sus palabras son un regalo inesperado para mí, DiarioDunhaEscritora.
Gracias.