6 de octubre de 2009

¡Torero, torero!


Don Francisco Moronazo es alérgico al uso de las modernas tecnologías en educación: pizarra digital, proyectores tipo cañón, ordenadores, webs… y todas esas cosas que quien no usa hoy en la enseñanza corre el riesgo de quedar fatal. Y, no conforme con ello, sostiene garbosamente que sus alumnos le entienden mucho mejor cuando expone temas y teoremas en la pizarra tradicional, como siempre, y, una vez concluida la explicación, se gira, mira a la concurrencia, tira al alto la tiza sobrante, y al caer ésta, girando el cuerpo, la remata de tacón y añade con solvencia:
- ¡Como queríamos demostrar!
.

6 comentarios:

Ángeles dijo...

¡Ole!
he aquí un maestro que, de puro tradicional, resulta de lo más novedoso.

Lan dijo...

¿No has conocido a ningún profesor así? Se ve que no eres muy mayor. :-))
Saludos.

Paz Zeltia dijo...

estoy de acuerdo con ángeles.

las nuevas tecnologías pueden hacer que asistir a clase, aprender la materia sea mucho más entretenido y ameno.
pero cuando el profesor es coñazo, incompetente, perezoso y sin interés, no hay "novedades" que lo neutralicen...
en cambio un buen profesor... "no tiene precio", saber enseñar es lo que cuenta.

Lan dijo...

Es cierto, Zeltia, lo que dices de los buenos profesores. Y, casi todos, hemos llegado a conocer a alguno. La desgracia es que la proporción no fuera a la inversa y que sólo hubiesemos llegado a conocer alguno que no lo fuera. :-)

Ángeles dijo...

Bueno, Lan, profesores tradicionales sí que he conocido (tengo edad suficiente para ello :-() pero ninguno con el salero de éste.

Y como bien dice Zeltia, el mal profesor sigue siendo malo por mucha tecnología que le ponga al asunto. Pero con los alumnos pasa igual, el que es malo es malo,y seguirá trampeando y vagueando, sólo que 'tecnológicamente'.

Lan dijo...

Profesores malos y alumnos malos seguro que existirán. El problema es que a los primeros encima les pagan.
Saludos, Ángeles.