22 de noviembre de 2009

Manco de la izquierda

Harto de tonterías, me decidí: Le diré mi verdad, pensé. Me da igual lo que sienta. Si se ofende que piense. Y, sin sutilezas, hablé; sin eufemismos, le dije; sin rodeos, se lo zampé. Ya valía, que el tener un buen jeme no nos hace sensatos, ni prudentes, ni siquiera significa nada.
Luego, remordido, con mala conciencia, esperé su reacción. Imaginaba que me llamaría salvaje sin escrúpulos, que diría que tengo la moralidad que suman medio celemín de cucarachas, que… Sin embargo, contestó con un laconismo que sonaba a reflexión: “Pegaste en la mitad de la diana. Muchas gracias.”

5 comentarios:

Zeltia dijo...

bueno, pues yo cuando digo lo que pienso, sin sutilezas, y lo suelto así, tal cual... normalmente me mandan a la mierda, o me dicen que soy gilipollas. los mas educados no me hablan más.

supongo yo que, mientras no sea nada personal...
o que no hay que confundir sinceridad con...

Lan dijo...

No parece, sin embargo, que te falten amistades ;-)

Zeltia dijo...

ni es oro todo lo que reluce,
ni amistad todo lo que lo parece.
simplemente una, que es débil, y no puede resistirse al encanto que desprenden las personas.

Lan dijo...

¡Oh! ¡Qué alma tan noble!

Zeltia dijo...

menos pitorreo jajaja