
Dicen que fue una depresión. Que los Reyes Magos le habían denunciado por competencia desleal y que, además, le hacían el vacío. Que los renos, con los años y la confianza, habían terminado por desobedecerle. Aseguran que le había dado también por empinar el codo porque, con esa vestimenta y esas voces que daba, nadie se lo notaba y él había cogido ya un hábito difícil de dejar. Pero sí, le vi colgado, haciendo juego con esos otros que animan tanto las fachadas, solo que éste era a escala real, con los ojos desorbitados y medio palmo de lengua fuera.
5 comentarios:
Para comenzar a mañá non hai nada mellor que pasarse polo téu recuncho, sorprendente, irónico e moi agradable. Biquiños
Por fin una buana noticia. Espero que sea cierta y la "cuelguen" en 20minutos
ayer mismo recordé cuanto odio yo los papanoeles colgados de las ventanas, balcones y terrazas, escalando cual cacos de viñeta de cómic.
y cada vez hay más. pronto no quedará ni una sola vivienda si su escalador colorado.
socorro, a dónde me voy yo en navidaaaaddd!
!Qué lástima que no se pueda "pinchar" reenviar...¡
Estoy de acuerdo con la gallega,es una gozada empezar el día leyéndote,aunque sea en el turno de noche.
Besazos,mua
Gracias a todas. Me alegro de que os haya gustado.
Y se puede reenviar, Lohen, basta con que copies la dirección y la pegues a un mensaje de correo.
Saludos.
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