29 de octubre de 2010

La tontería, nuevo valor cultural

A medida que oigo expresiones y palabras chocantes en los medios de comunicación y luego en boca de la mayoría de los hablantes que, por impregnación, les imitamos, pienso si nuestras mentes no se estarán degradando al tiempo que el lenguaje. Hoy he oído hablar de dignificar el pan. Como suena. He pensado que prepondera la intención sobre el significado de lo que se dice. Bastaría con hacer buen pan. Pero no, sería demasiado simple, deslumbra más dignificarlo. El gusto por hablar de modo retorcido aumenta cada día. Pues hala, adelante: pongamos el pan en valor. Dignifiquemos el sinsentido.

4 comentarios:

Unknown dijo...

honremos la empanada!
Es verdad, hay una moda de darle importancia a cosas que tienen una importancia simple. saludos

Lan dijo...

Las palabras se nos desmoronan entre las manos y se escurren por ellas sin entidad, vaciadas de significado. ¿Cómo nos las arreglaremos para expresar lo que pensamos sin ellas, Juliano?

Ángeles dijo...

A mí me parece, Lan, que los modernos periodistas se las quieren dar de poéticos todo el rato, con lo que además de resultar cansinos y fuera de lugar, están siempre al borde del ridículo, ¿no te parece?
Y los que los imitan no digamos.

Lan dijo...

Sí, Ángeles, se impone el ser original a toda costa. Pero, a veces, el precio es excesivo y la tontuna nos invade.