
La leyenda no da más datos ni falta que hacen. Me agrada la idea de que los santos llegaran a serlo por cosas tan simples como extraordinarias y sé que el indagar sólo lleva al descreimiento, a la decepción y a la tristeza. De los santos conviene sólo saber lo necesario. De obispo, ya se sabe, haría cosas rutinarias.
2 comentarios:
lo de tranquilo, me da como envidia.
no sé por qué presiento que lo de hacer cestos se convirtió en algo a resaltar solamente porque después fue obispo.
yo soy descreída hasta sin indagar!
:)
pch! se hace simpático el santo.
;)
Zeltia, eso de ser descreído hasta sin indagar me suena un poco. Me imagino que debe ser cosa de la pila.
Saludos tranquilitos.
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