1 de noviembre de 2010

El impreciso miedo al lobo

Esta crisis ha evidenciado que cualquier propiedad nos puede ser hurtada por el sistema global, anónimo e impune que nos rige. Y, o no lo hemos entendido, o es que no nos espanta. La inseguridad, también la material, se ha añadido sutilmente al bagaje ordinario de la ya frágil existencia. El capitalismo devorando a sus hijos se acepta. Nos han persuadido de que no hay otra cosa y de que sin su concurso, igual que sin el sol, no quedaría nada, ni vida siquiera. Pasiva y sumisamente hemos interiorizado la idea. Mentalmente hemos quedado preparados para lo que siga.

2 comentarios:

Metalsaurio dijo...

Y así será hasta que pensemos por nuestra cuenta.

Un saludo, Lan.

Lan dijo...

No lo sé, Metalsaurio. Pero los modelos únicos como éste que propugnan la competencia pero que no compiten con nadie no creo que tengan un buen futuro. Para nosotros, naturalmente.