9 de noviembre de 2010

Intercomunicación

Ella no cree en el derecho de otros a decidir sobre su maternidad.
Él está en contra de prolongar por lucro el sufrimiento innecesario.
Ellos piensan que la unión de dos personas puede ser un matrimonio.
Ella no quiere que a sus hijos los programe la Iglesia, ni nadie.
Él tiene claro que empresarios y obreros no son colegas ni asociados.
Ella quiere estudiar en la lengua del país donde vive y no imponer la suya.
Ellos quieren que todos los españoles piensen en lo que les une y separa, y lleguen a entenderse.
Quieren que nadie hable por ellos.

4 comentarios:

Paz Zeltia dijo...

Me pregunto que te llevó a escoger esa foto para este texto.
Jamás la hubiera escogido yo. Y estoy sorprendida de lo BIEN que le va.
Leía el texto y miraba la foto, las caras sonrientes en el momento fugaz pasajero y feliz.
Y leía el texto.
Y, bueno chico, que sensación de paz.
[no parece tuyo, jajaja, siempre metiendo el dedo en la llaga. aquí también, si, si, pero viendo esas caras casi parece que sea real...]
por una cosa o por otra, siempre me sorprendes

Paz Zeltia dijo...

creo que no me expliqué muy bien.
no importa.

bico para tí.

Lan dijo...

Zeltia, las caras afables, que desde tantos lugares se nos aparecen y nos hablan de modo aparentemente neutral y pluralista, pasan por querer el bien para nosotros. En mi modestia, también lo quiero, al menos para mí, pero no deseo que me digan el bien que me conviene. Siempre me ha disgustado que me quieran llevar al huerto, ni siquiera al de la fruta prohibida. Ni aunque lo hagan por mi bien, porque si, a estas alturas, soy incapaz de discernirlo, merecería ser conducido tal cual ellos desean y procuran.
Y sí, tal como lo haces habitualmente, te explicas muy bien.
Un bico tamén pra ti. (¿Está bien?)
:-))

Paz Zeltia dijo...

Está muy bien.
(y además un beso siempre viene bien,
si la persona es de tu agrado)