26 de abril de 2011

Los días lentos

Hace años tuvo la sensación de estar atrapada en un barrizal de días lentos, de días que no parecían ser preámbulo de otros, de días de liga que atrapaban su mente de pájaro. Recordaba tiempos cenagosos por los que avanzó atarantándose, con más voluntad y deseo que orientación. Pero, pese a su azacaneo, el futuro siempre le sacaba ventaja y, atollada en aquel aguazal, sus días iban siempre más lentos que los de él . Hoy está asustada. No dio con el futuro. Pero no sabe si, en lugar de correr, debe esperarle y acoplar sus pasos a él definitivamente.

2 comentarios:

Ángeles dijo...

Me dejas perpleja, pues parece que hablas de alguien a quien conozco y aprecio, cuya situación se ajusta perfectamente a la que describes.

Por otro lado, me necantan las palabras atarantándose y azacaneo. Creo intuir su significado, pero si me lo explicaras estaría muy bien...

Lan dijo...

Seguro, Ángeles, que cualquier cosa que imaginemos se ajusta a alguien. Pero la causa es que somos muy parecidos.
Atarantándose es aturdiéndose.
Azacanarse es esforzarse mucho en algo, estar sumamente ocupado, imbuido en las tareas. Algunas veces la mujeres de los pueblos decían:"Estoy tan azacanada que no tengo tiempo ni de sacudirme las orejas."
Saludos