Sones de la guitarra que mudáis los vientos,
voces al cante que paráis la tierra,
castañuelas y palmas que movéis relojes
y bailaoras que encantáis culebras.
Dejadme subirme con vosotros
a ese potro salvaje del flamenco.
A ése que sólo se deja acariciar por los gitanos,
a ese potro que respira lamentos.
Que, aunque yo nací payo,
quiero volar también al firmamento.
2 comentarios:
Y olé!!!
clap, clap, clap
;-D
(la palabra secreta es TORON) ¡que risa!
Gracias, Piel de Letras.
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