6 de diciembre de 2012

La ira



Tres horas después de empezar, tras localizarlas, rodeé por fin a las perdices, las saqué de la inacabable estepa de terrones y las hice volar al olivar donde las cuestas y barrancos comenzaban. Me sentí esperanzado, por fin empezaría a cazar.
Pero, sorprendentemente, regresaron, aleteando furiosamente, a la inmensidad de terrones de donde las volé. Cuatro sujetos venían por la ladera disparando a todo, ellos decían que a los zorzales.
Me dije, no sé para qué defiendo a los cazadores, si una buena parte de ellos son gilipollas a evitar, mastuerzos, tontos de capirote, cachos de carne con ojos.

8 comentarios:

Isidro dijo...

¡Joder!!!... que cabreo te has agarrado

Lan dijo...

Isidro, cuando defiendo a los cazadores no hago sino defenderme a mí mismo.
Pero cuando veo que un todo terreno deja a cuatro individuos en lo alto de una ladera y la bajan pegando tiros a diestro y siniestro, disparando a todo lo que se menea, como si aquello fueran las fiestas de Moros y Cristianos, mientras el coche se baja a esperarles para luego hacer lo mismo en otra, me parece que asisto a un espectáculo inaceptable. Yo pensaba que no existía ya este tipo de cantamañanas.
Saludos.

d:D´ dijo...

Ciertas actividades son inherentes a sus conocimientos y educación, así como a sus escrúpulos y la falta de los mismo; AUNQUE TÚ Y OTROS POCOS SEÁIS LA EXCEPCIÓN.
[Y no voy a hablar de tus conocimientos y educación, ni de Delibes, por ejemplo]
Desgraciadamente todas las actividades están llenas de energúmenos prepotentes y cenutrios; eso es lo que desdice completamente a ésta.
Breves
Deica Lan.

Insumisa dijo...

... no, si ya decía yo. Que los cazadores de canguros en Cocodrilo Dundee son de esas mismas palomitas blancas.

Lan dijo...

Sí, Beato, seguramente la estupidez de algunos es otro factor más, muy importante, que afecta al mundo de la caza.
Estas cosas las vivo con vergüenza ajena pero que asimilo como propia.
Saludos.

Lan dijo...

Sí, Insumisa, fue un espectáculo denigrante. Que desmerece al esmero que ha de ponerse en la práctica de uno de los oficios más viejos.
Saludos.

Trolling like crazy dijo...

Así que tu ética está tán bien afinada que te permite distinguir entre el cazador bueno y el malo… Pero en ambos casos se trata de quitar la vida a un animal. Cierto que el cazador no es un sádico en sentido estricto: no disfruta con la muerte del ser vivo, sólo con su actividad cinegética. La muerte del ser vivo es sólo un efecto colateral, que pasa incluso desapercibido excepto a efectos de recuento… El animal ha sido cosificado, no es ya un ave que aletea en vano en su agonía, es sólo un objetivo para la escopeta…

Pues a esos cazadores, buenos o malos, Delibes o no, les deseo que, en su infierno particular, una legión de perdices rojas les llenen el culo de perdigones de plomo. Por los siglos de los siglos.

Lan dijo...

Gracias, Trolling, por tu comentario. Te agradezco esas ideas tan claras que tienes. Es una suerte para ti.
Saludos.