26 de febrero de 2014

El estado de la nación

El estado de la nación es algo etéreo que aletea entre cifras que nos interpretan. Además del tinglado político, cualquiera ve evidencias atroces. Pero eso, ¿qué mérito tiene? Hemos de creer en lo invisible. Creer es eso. Tozudamente, nos empeñamos en ver negro lo negro y así, con tales certidumbres, jamás mereceremos el maná de la cosa macroeconómica. Vagaremos por los desiertos de la realidad sin entender las directrices que llevan al paraíso del bienestar y la bonanza. Con la política externalizada sin ruido, nos mecen en la cuna económica las manos de unos cuantos talentos creativos. Y dormimos. Benditos.

2 comentarios:

Ángeles dijo...

Ah, pues a lo mejor ese es el problema: que va todo divinamente pero no lo comprendemos.
Si es que la ignorancia es muy mala.

Lan dijo...

Exacto, Ángeles. Nuestras mentes no están capacitadas para comprender el bien que se nos hace.
Saludos.