7 de marzo de 2014

Puerto Tristeza

Y muchos hombres, llegando al final de sus vidas, se percatan de que la pasión que desarrollaron en ella hubiera sido digna de mejores empresas, porque la corriente de la existencia les ha dejado en playas desiertas a las que nunca pensaron llegar y en las que, desolados, esperan el final de sus días. Y lo hacen viendo que los surcos del mar que atravesaron ya nadie los recuerda, ni a ninguno interesan y dudando de que siquiera a ellos les fueran de provecho los desvelos empleados en tales travesías.

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