26 de abril de 2014

La adolescencia del año

La primavera es lo opuesto a lo que antes vendían los poetas y, ahora, El Corte Inglés. Nada hay de la bonanza soleada y fresca, nada de templados y serenos días azules con piar de pajaritos y arrullo de palomas. Al contrario: tormentas violentas, vientos cambiantes, aguaceros, temperaturas locas, confusión en la cúpula del cielo, nubes negras con nervios de electricidad en las entrañas, destemplanza y brusquedad. Los poetas describen sólo algunos intervalos estables, y dan a esta estación muy buena fama, pero la primavera es la adolescencia del año y su meteorología es imprevisible, caprichosa, desequilibrada, contradictoria y turbulenta.

2 comentarios:

Ángeles dijo...

Una comparación fantabulosa, Lan.

Lan dijo...

Y fantasmática, por la cosa del polen, Ángeles.