17 de mayo de 2014

Buscando amparo

Envueltos o liados o confundidos por estos marasmos de banderas, y no sabiendo nunca si lo que representan nos amenaza, nos protege o nos explota,  no viene mal la ayuda de los cielos. Así que, carente de toda garantía, conviene al creyente y también, por si acaso, al que no lo sea, ponerse bajo el símbolo de alguna entidad no terrenal que vele por los desamparados, porque todos somos candidatos a serlo y muchos ya lo son. Y es que la sombra de tanta bandera apabulla, ensombrece el corazón y casi asusta.

5 comentarios:

Ángeles dijo...

Y con tanta bandera es que no entra ninguna luz.

Lan dijo...

Y, si entra luz, la filtran esos colores tan engañosos de los trapos. Y, al trapo, Ángeles, entramos muchas veces.
Saludos.

Paz Zeltia dijo...

éramos pocos y parió la abuela

Paz Zeltia dijo...

quiero que sepas que tu protección antispam me exige que "demuestre que no soy un robot", (éstos se pasan lo de la presunción de inocencia por el forro)

Lan dijo...

Pues vaya coñazo, Zeltia.
Menos mal que sabes demostrarles que no eres un robot. Cosa que tiene su mérito.
Lo cierto es que no sé que debo quitar para que no exijan tantas cosas para hacer comentarios. Ya lo miraré.
Saludos.