6 de mayo de 2014

Historias del telediario

Parece mentira pero es así. El dueño de un bar ha sido condenado a más de dos años de cárcel por molestar con los ruidos de su establecimiento.
A la madre del condenado le parece una vergüenza:
“Mire usted, cuando mi hijo esté en la cárcel y entre los reclusos se pregunten cuál es su delito,  dirán:
-        Yo estoy aquí por violador.
-        Yo, porque robé.
-        Yo, porque maté.
-        Yo, por traficante de armas.
-        Yo, por drogas.
-        Yo, por un ERE.
-        Yo, por corrupto.
Y mi pobre hijo, avergonzado, tendrá que decir:
-        Yo, por poner demasiado alto Paquito el Chocolatero.”

2 comentarios:

d:D´ dijo...

Y es que el concepto de delito cambia según qué circunstancias y la situación. Casi mejor así pues en el pasado además del juicio civil había el eclesiástico.
Por mí lo pueden excomulgar dentro...al menos los otros reclusos se le podrán subir a la chepa :)))´

Aunque es cierto que muchas faltas de este tipo suelen tener detrás muchos apercibimientos que se escapan escondidos para justificar los injustificable...Pero el silencio es el aliado de aquellos otros que aún no han pasado por ese trance y siguen sin ser juzgados; esos sí que tienen delito. Como el señor que le metió el boli a una chica por el escote.

Lan dijo...

Vete a saber las cosas que pudo hacer aquel señor con aquel boli. Miedo me da.
Saludos, Beato.